Volverlo a intentar

~ 2 ~

Abandona mi mente de una vez...

Piel extremadamente blanca, cómo si se tratara de un fantasma. Y su cara, boca pequeña y labios gruesos, su nariz redonda y proporcional, cara delgada, mas no tenía facciones demasiado marcadas, sus ojos eran grandes para ser rasgados ligeramente caídos. — Cómo los de un cachorro...— No podía dejar de pensar.

Me pregunto, ¿qué podría haberle sucedido para hacerla llorar así en una calle solitaria a mitad del invierno?

— Ella estaba pisando el frío suelo con sus pies descalzos...

< 3:45 AM >

— Como sea, mañana tendré que disculparme con Alec por no entregar esos libros a tiempo. Ella va a regañarme, otra vez.

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— Mmm. — Estoy cansada.

— ¿Estás bien? Te ves peor de lo usual, tus ojeras están más marcadas, tu pelo se ve desordenado; lo tienes corto así que no creo que sea un problema volver a peinarlo, tu piel se ve amarilla, tus calcetines no son el par correcto, tus-

— ¡Ya! Entendí. Anoche pude dormir nada. Me pasaron... cosas.

— No quiero y no voy a preguntar. 

— Estaba de camino a la biblioteca y me topé con una chica, parecía haberla pasado muy mal horas antes. Se veía que le costaba respirar en medio de tantas lagrimas, solamente me quedé inmóvil sin saber que hacer... — Verla ahí me dejó mucho en que pensar. No importa que tan feliz sea tu vida o que tantas cosas buenas lleguen a pasarte, nadie puede escapar del dolor, esa chica no fue la excepción. Una persona con el gran peso de un corazón roto... — Ah sí, después de que fui a casa por la sorpresa y por eso no pude entregar tus libros, lo siento.

— ¡¿No entregaste los libros?! — Se tomó un largo rato para respirar — ¿Sabes? Déjalo ya, iré hoy cuando tenga tiempo libre. — Su silencio es más doloroso que sus sermones.

— Iré contigo. No, déjame arreglar lo que hice, yo pediré disculpas a ese amigo tuyo que trabaja allí y haré el papeleo necesario.

— Si no estuviera lleno de proyectos diría "NO" de inmediato, pero debo agradecerte, eres lo único que podrá salvarme ahora.

—Sé que soy la peor cuando se trata de esto, pero pudiste haber sido más gentil al momento de decir ese "NO".

— Ya deja de lloriquear.

— No estoy lloriqueando. ¿Por qué eres así?

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El cielo estaba espejado, los rayos del sol chocaban directamente sobre la nieve que había caído esa misma noche, pero, esa ardua insistencia no sería suficiente para que esta se derritiera y se esfumara...

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biblioteca pública

— Buenos días, vine a entregar estos libros de parte de Alec, además, le debo una gran disculpa. Lo siento, ¿esperaste mucho anoche? 

— Entonces, eras tú a quien estuve esperando por casi 1 hora. — Lo primero que noté en él fue su sonrisa, el chico tenía una forma muy especial de sonreír.

— S- si, disculpeme, de verdad, no quería que esto resultara así, por favor, no se enoje con Alec por mandarme en su lugar.

— Alec, es una buena amiga mía, solo le estaba haciendo un favor, no hay problema. Sí, corrí el riesgo de perder mi preciado trabajo~~ Pero, afortunadamente no pasó. — Es alguien bastante relajado. — Dame eso, lo pondré en su sitio y recuerda, no tienes que preocuparte. Ya que eres amiga de Alec es bueno conocerte, soy Jackie. — Lo dijo mientras extendía la mano para que yo la tomara.

— Eh, sí. Soy Sulli, m-mucho gusto. — Sus manos eran delgadas y sus dedos largos, eran lindas...

—Bueno, Sulli, tengo que regresar al trabajo. Puedes quedarte si te gusta, hay bastantes libros interesantes. Cuando digo libros, hablo de comics, tengo un escondite donde guardo los mejores, solo no le digas a nadie, que sea nuestro pequeño secreto. — Tenía que admitirlo, cada parte de él era encantadora.

Ese día, recuerdo pasé más tiempo en la biblioteca que en casa, era callado y el clima era agradable. — Un buen día...

— Ey, parece que si te quedaste — Esa voz sin duda era de Jackie, con esa misma sonrisa que hacía ver sus ojos más pequeños y alargados.

— No no. Tuve que volver a la escuela, pero regresé porque el lugar era agradable.

— Seh, la biblioteca es bastante buena para escaparte de todo por un momento. Ya que estas aquí, ¿que tal si vamos... — En ese momento dejé de escuchar. Mi mirada se desvió hacia el fondo y noté una cara familiar. — ...creo que tengo esos tomos en la parte de atrás, ¿quieres ir a ver?

— ¿D-disculpa? No.. escuché.

— ¿Pasa algo?

— Necesito ir al baño un momento... Hay baños aquí, ¿cierto?

—Están por ese pasillo hacia el fondo, ¿necesitas un guía?

—No, está bien, puedo ir sola. — ¿Será?

¿Era simple curiosidad? Supongo que es normal mi arrepentino interés, jamás creí que la vería de nuevo. Incluso en las ciudades pequeñas la probabilidad de volver a encontrar a la misma persona dos veces seguidas eran demasiado baja.

Los rostros o formas de otras personas son cosas que suelo olvidar, así que, "no tengo tiempo para la curiosidad". 

Alguien de quien ni siquiera se el nombre... Un completo desconocido.

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 Pude haberlo dejado pasar y simplemente olvidar aquella noche, pero, ¿cómo hacerlo cuando ella está frente a mi una vez más?

No sabía si creer en eso a lo que llaman "destino", pero para este punto sería imposible ignorar algo que ya había capturado toda mi atención.

–Sí, es ella.