Volverlo a intentar

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Y entonces, me encontré corriendo sin un rumbo fijo... Bajando la velocidad poco a poco, mis pulmones pedían a gritos un poco de oxigeno... inhalando y exhalando desesperadamente todo ese aire invernal.

— ¿Qué es lo que debería hacer?

La misma letra resonando en mi cabeza, la misma gris melodía, mi nueva y única compañera de viaje ahora. Esa voz masculina, suave como un susurro; el piano tan triste como un sentimiento de perdida.

~ Por mucho que pasáramos tiempo juntos, nuestras expectativas también crecieron... Tal vez eso es natural...

Como explicar con simples palabras lo que esa canción provoca en mí, tal vez esto no tenga un nombre, solo son sentimientos completamente diferentes encontrados a la vez.

A continuación, un breve silencio. Una nueva y profunda voz toma protagonismo, acompañada del lento ritmo de la batería. Una armonía hace retumbar mis oídos, seguido del estruendo del platillo al ser golpeado, el cambio tan arrepentido de la música eriza mi piel y me hace un nudo en la garganta, bajando al pecho, donde se encontraba mi corazón, ahora solo podía sentir un enorme hueco, un vacío creciente que no sabía como detener.

— Es raro — Las lágrimas inundaron mis ojos hasta desbordarse, cayendo como una ligera estela de agua y terminando en la palma de mi mano...

~ Así que cada vez que me preguntes cómo me siento, recuerda que mi respuesta eres tú.

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— 6 de enero del 2022 —

Hasta este punto se me había hecho un hábito correr; o dicho de una mejor manera, "huir de los problemas, solo para poder protegerme". — Esta es una rutina extenuante, pero ya no sé cómo parar.

— Solamente deberías dejar de actuar por impulso cuando te sientes en "peligro", me pones muy nervioso, ¿sabes algunas veces he tenido que disculparme por ti?

- ¿Tanto como? — Apenas y podíamos hablar tratando de recuperar el aliento. Su mirada se vio más seria y penetrante de lo normal, era como si quisiera hacerme un agujero en la cabeza solamente con sus ojos, eso me asusta, supongo que no bastará con una simple disculpa. — De verdad, lo siento. 

—Sí, sí. Ya deja de disculparte y mejor atente a las consecuencias de tus actos, tendrás que ir a disculparte con ese profesor después.

— ¿Qué?, pero si yo no he hecho nada malo.

— Esa persona es un profesor. Solamente hazlo para que no te perjudique en un futuro. — No sé si eso es mucha madurez para una persona de tan solo 17 años o solo es conformismo.

— Lo haré, lo juro.

— Entonces volvamos. La siguiente clase será en el laboratorio de química.

— Ya voy, espérame.

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Si preguntan sobre mi vida; lo único que podría responder es que, era realmente buena corriendo. Los recuerdos que se me vienen a la mente sobre mi infancia y adolescencia son solo míos corriendo a toda velocidad, con sudor en el frente y la respiración agitada. Muchos me llamarán cobarde, otros, desvergonzada, pero ¿cómo podría yo negar tales palabras?, me parece que tienen razón. Siempre fui una persona extremadamente expresiva y me encanta hablar, era bastante seria con personas nuevas, pero cuando me daban la mas mínima señal de compañerismo, no habría alguien que pudiera pararme, a los ojos de mis padres era como una bendición, les encantaba que fuera así de "extrovertida", pero las bendiciones siempre vienen con una maldición... "Las palabras hieren"... Para una mente como la de un niño las palabras sinceras y directas no llevan consigo ni una pizca de malicia, pero ¿por qué vino un castigo después? Nunca me gustaron los gritos o sonidos fuertes, el más mínimo dolor físico es algo que odio; así que siempre evitaba las peleas, pero por más que intentara mantenerme fuera de cualquier problema, todo me llevaba a las mismas situaciones.