Capítulo 3

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El chico con gafas de sol, que por cierto es absurdo que las use en un aeropuerto, se acerca a mí mostrando sus dientes. Intento ni siquiera mirarle el rostro. Me mantengo perdida en un punto del suelo justo delante de mis zapatos. Puedo notar que los suyos son unos grandes tenis rojos de la marca Supra. Apenas puedo notar que varias veces abre la boca y luego la cierra. Al final, se aleja de mí, gracias a Dios; y no vuelve a preguntarle nadie más por Nora Flores ni _____ June.

Casi 12 horas después, estamos en el Aeropuerto Internacional de Madrid-Barajas, estando ahí descubro que se llama Adolfo Suárez. Es un sitio largo, el techo es de lo más preciosos, sí, normalmente no te fijas en un techo de un aeropuerto pero este es hermoso. Encuentro una tienda que se llama "Thinking Madrid" y decido entrar a comprar una postal de Madrid. Enseguida, el guía (por llamarlo así, hasta ahora) nos lleva hasta afuera del aeropuerto y hay tres camionetas que dicen MEGA TRAVEL a lo largo de ellas. Subo a la que me indican y por suerte, no me toca con el tal Justin. Espero que una de estas chicas que parecen agradables sea Nora Flores. El conductor grita: "Bienvenidos a Madrid" y luego arranca. Me entra emoción cuando me digo que es claro que vamos al hotel. Unos minutos después la emoción se esfuma al acordarme del chico que intenta llamar la atención. Intento olvidarme de ese pequeño problema mientras miro las calles de Madrid, hasta que pasan 30 minutos y llegamos al hotel.

No es lujoso. Ni siquiera un poco. Pero me basta. Es grande y es lindo por fuera y por dentro. El hotel Celuisma Florida Norte es grande y simple. Los hoteles la verdad es que no me importan, solamente los necesito para dormir.

-¿Tú eres _____? -me pregunta una chica justo después de que nos dieran las tarjetas de nuestra habitación correspondiente. Mira la mía y luego la suya, las dos tenemos 32-B.

Asiento feliz, parece buena persona y luce normal. Unos 25 años, cabello lacio, anteojos, cuerpo delgado muy delgado y es más alta que yo.

-Sí, yo soy -contesto amigable-. ¿Nora Flores?

-Sí, soy yo -dice sonriendo.

-¿Vamos a buscar la habitación? -decimos al mismo tiempo y luego reímos, esta chica ya me agrada.

Llegamos a la habitación muertas de la risa por un chiste que acaba de contarme, su favorito, por cierto. En realidad, estoy fingiendo. El chiste es malísimo pero prefiero fingir para también ser agradable, no está mal tener una amiga sabiendo que el tal Justin no va a agradarme nada. Desde ya no me agrada.

Abrimos la puerta al mismo tiempo, se ha trabado con algo, en vez de molestarnos nos reímos a carcajadas de este hotel. Me siento mal, espero que nadie que trabaje aquí nos haya escuchado.

La alegría y felicidad en nuestros rostros desaparece cuando vemos que era una maleta la que nos hizo más difícil abrir la puerta. Pareciera que alguien la hubiera puesto ahí para que no pasáramos. Mis cejas se juntan cuando veo a un chico tirado en la cama de al lado de la ventana, creo que está roncando pero... no, está intentando ocultar su risa. No es un chico, es el chico.

-Hola, señoritas -dice sarcásticamente cuando nos ve, cómo puede hablarle así a Nora, se nota que ella es más grande que él.

Ya lo estoy mirando con asco cuando miro a Nora esperando que tenga la misma mirada que yo. Pero no, ella está riendo.

-¡Tienes un acento de la chingada! -le grita y el chico comienza a carcajearse. Se levanta de la cama y se acerca a nosotras.

-Un gusto, soy Justin Bieber -dice él exagerando su acento, Nora se acerca más a él y yo me quedo atrás.

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⏰ Última actualización: May 17, 2015 ⏰

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