Capítulo 2: Finish Them.

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Este es otro capítulo de mi invención para incorporar mejor a Selene en la serie. Un consejo: si no os gusta la sangre, no veáis los vídeos de los fatalitys, es contenido sensible para algunas personas.

Pov Selene:

—¿Vas a poder ir o no? —Le pregunto a Adrien.

—No lo sé, yo creo que no. —La gente de la clase ha organizado un picnic para que nos conozcamos más mañana en el parque. —Lo intentaré.

—Al final hacemos como tu padre y te llevamos en la Tablet —Desde mi ordenador veo su cara de irritación.

—Jaja, qué graciosa. —Se cruza de brazos.

—Mucho. —Disimuladamente me rasco el pecho sacándome una teta, veo su mirada bajar. —¿Qué pasa? ¿No me puedo rascar?

—No, no, ráscate. —Loup ríe al ver su reacción, está tumbado sobre mi escritorio comiendo galletas.

Mi puerta se abre y entra mi hermano con el imbécil de su amigo, mi Kwami se esconde.

—¿Qué pasa? —Me giro a mirarlos, Enzo me hace unas señas para que me acomode la blusa.

—Martin te quería saludar. —Su amigo me da dos besos.

—¿Ya? —Se pone a cotillear el muy subnormal.

—Anda, mira, si es su novio Adrien. —Se recochinea.

—No es mi novio. —Le digo, su sonrisa ligona aparece. —Lárgate de mi vista, Martin.

—Solo porque quiero, recuerda que algún día acabarás en mis brazos, no hace falta que te hagas la dura.

—Lo que tú digas, largo los dos. —Paro a mi hermano. —La última vez que te traigas al imbécil este a mi cuarto.

—Solo ha venido a hacer stream conmigo, no te pongas así, solo quería saludar. —Salen.

Odio a su mejor amigo, es el típico cretino que se cree con derecho a flirtear con todas solo porque es famoso. Uff, qué asco le tengo.

—Si te enfadas tanto, te van a salir arrugas

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—Si te enfadas tanto, te van a salir arrugas. —Vuelvo a mirar al ordenador. —Tranquila, es solo un tonto al que le gusta molestarte para llamar tu atención.

—Tienes razón, mejor te la presto a ti. —Sonrío.

Ahora es su puerta la que se abre.

—Tienes la sesión en 15 minutos, salimos en 5, prepárate. —Se escucha la puerta cerrarse cuando Natalie se calla.

—Ya la has escuchado, luego hablamos, chao. —Corta la videollamada.

—Creí que me tendría que esconder o algo, que os pondríais a hacer guarradas telemáticas como antes. —Loup se sienta en mi hombro.

—No seas guarro, no todo en el mundo es sexo.

Busco el directo de mi hermano para tenerlo en el fondo mientras me arreglo, he quedado con las chicas de mi clase para hacer los pasteles para mañana. Aunque los padres de Marinette sean los pasteleros más famosos de París, decidimos hacerlos juntas.

Aullando en tu tejado (Adrien Agreste y tu) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora