Capítulo 0: Unión de almas.

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Este es el capítulo donde explicaré cómo se conocieron Adrien y Selene, además de cómo fue evolucionando su relación. También veremos cómo llega Loup a su vida.

Pov Selene (2 años antes de la actualidad):

Siempre que puedo, acompaño a Tana a sus sesiones de fotografía. No por nada, simplemente no me gusta que esté sola tanto tiempo.

—¿Estás lista? —La melodiosa voz de mi hermana suena desde detrás de la puerta.

—Sí, dame 5 minutos. —La escucho alejarse de esta.

Termino de peinarme para volver a la habitación que compartimos, meto la cartera y el móvil en el bolso.

—Venga, vamos, faltase llegar tarde a una sesión con Gabriel Agreste. —Me dijo que el modelo con el que iba a trabajar es un chico de mi edad. —Deja de pensar en las musarañas y vamos.

Nos subimos al Uber que está en la puerta del hotel, llegamos al edificio donde será la sesión del diseñador. Mi hermana me va presentado a la gente que trabaja allí, todos desprenden simpatía y amor por su trabajo.

—Y, por último, este es Adrien, Adrien Agreste. —Nuestros ojos conectan, es un chico como dos palmos más alto que yo, con un rostro digno de una musa renacentista. —Él es el hijo del diseñador. —Ambos estrechamos nuestras manos.

—Encantada de conocerte, espero que nos llevemos bien.

El chico me sonríe de vuelta. Una mujer y un señor se acercan.

—El señor Agreste quiere hablar contigo. —Se colocan frente a mi hermana.

El diseñador le habla a mi hermana, explicándole lo que quiere ver en esta sesión; uno de los cámaras me indica dónde me puedo quedar. Estoy un rato sentada en un sofá de terciopelo blanco mientras ambos son fotografiados por el fotógrafo y el señor da indicaciones, me entretengo mientras jugando al Animal Crossing. Es el turno de mi hermana sola, el muchacho se cambia y se sienta a mi lado.

—¿Cuánto llevas modelando? —Le pregunto.

—Desde siempre, soy la cara de la marca de mi padre. —Se le ve agobiado.

—¿Y te gusta? —Me mira a los ojos.

—A veces, otras preferiría ser una persona con una vida normal, como tú. —Río por lo bajo.

—Ojalá la gente viese mi punto de vista tan bien como tú, la prensa piensa que soy la desgraciada de una familia de famosos simplemente por no querer fama. 

—Pues a mí me parece lo más sensato, la fama puede ser un incordio. —Su respuesta me llama un poco la atención. —No te imaginas lo que es ser perseguido y que quieran saber toda tu vida.

—¿A quién no le gustaría eso? —Digo con sarcasmo. —A veces no entiendo a la gente que quiere hacerse famosa. Tendrá sus beneficios, pero también sus desgracias.

El hombre llama a su hijo.

—Ojalá luego podamos conversar más, me caes bien. —Se aleja del sofá.

El chico se coloca en el sitio para posar, mi hermana llega a mi lado.

—¿Y qué tal? —Me pega un codazo. —Es guapo y con dinero, un partidazo. —La miro mal. —Esta noche vamos a un cóctel, allí lo verás. —Hace besitos. —Y así estarás, cacho guarra.

—Qué graciosa eres, Tana, muy graciosa. —Las dos reímos.

(...)

Terminamos de arreglarnos entre nosotras para el cóctel benéfico de esta noche, mi hermana me sube el vestido.

Aullando en tu tejado (Adrien Agreste y tu) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora