Se acomodó mejor y observó partes específicas del mini bar. Sorprendido reconoció coincidencias. Se levantó, pagó el café con leche y se dirigió hacia el baño. En ese lugar, la luz produjo molestias en sus ojos, creando así el reflejo de cubrirlos y retroceder unos pasos. A su costado estaba el espejo, el mismo estaba algo viejo y manchado; en él se reflejó una esquina algo húmeda y un pequeño libro en el suelo. Se aproximó a alzarlo mientras dijo:
-humm... veamos. -con aire un tanto curioso -
Lo recogió y examinó su tapa. Era completamente negra, un poco gastada, con unos pequeños detalles en los bordes. Esto le hizo pensar:
-"al parecer es un anotador o diario personal".
Al analizar con cuidado su interior, se encontró con la sorpresa.
"Estaba vacío"
Y se dijo.
- bueno, luego veré que hago con él. Talvez se le cayó a alguien.
Procedió a introducirlo en el bolsillo de su saco, por un pequeño descuido se le resbaló y cayó al piso, no se daño, solo se quedo abierto justo por la mitad.
Se inclinó para agarrarlo y notó en un borde, una pequeña mancha roja, al parecer era tinta. Enseguida comenzó a expandirse hasta cubrir toda la pagina mientras este hombre miraba asombrado.
El libro se comportaba algo extraño, temblaba, lo que hizo que este sujeto retrocediera. El libro se acerco lentamente a él con sus paginas teñidas de rojo; por un momento creyó estar soñando al ver lo que el libro realizaba, quería correr pero no podia del asombro que le causo al observar que este libro comenzo a formar frases con esa misma tinta. Las formaba y deformaba, volvía el papel a su blanco original y escribía con ese color rojo sangre, que causaba tanto temor.
Lo primero que el sujeto leyó de este libro fue :
"Apúrate, comenzará pronto tu compromiso"
Esto lo heló por completo impidiendole respirar. El libro derrepente se cerró y volvió a la normalidad al escuchar el ruido de la puerta, alguien había entrado; era el chico que limpiaba el lugar y lo miró confundido al encontrarlo algo desorbitado. Le preguntó:
- Señor, ¿esta bien? - observando que éste no dejaba de ver al libro- ...¿quiere que le alcance su libro?.
Y este le respondió.- No, g gracias.
El chico no iva a quedarse ahi todo el día asi que lo levantó y le dijo con un tono amable.-Tóme señor, de todos modos tengo que limpiar este lugar. Y se lo dio en la mano.
El hombre no quiso asustar al niño asi que reuniendo algo de valor, lo introdujo en el bolsillo de su saco, hizo un gesto de agradecimiento y salió del lugar.