Nos encontramos en una playa por la noche, los dos solos , sentados en la orilla mientras el agua roza nuestros pies. Mientras miramos la luna y el mar me abrazabas por detrás dejando una rastro de besos por mi cuello. Me giro para mirarte y apartas el pelo de mi cara para fundirnos en un beso, un beso muy dulce y lento, un beso que nos hacía sentir que solo estábamos tú y yo en el mundo. Agarro tu cuello con la necesidad de profundizar ese beso y me levantaste para que rodeara tu cintura con mis piernas mientras tú me sujetabas del culo.
Seguimos besándonos mientras una de tus manos recorría mi espalda desnuda , y me tumbas en la arena de la playa , paramos un segundo de besarnos, solo un segundo para fundirme en esos ojos castaños que recorren cada centímetro de mi cuerpo; Acaricio tus mejillas y sonrío al pensar que por fin te tengo a escasos centímetros de mi y todo era como lo había soñado.
Vuelves a besarme pero esta vez más fuerte , un beso que declaraba pasión y deseo , deseo de hacerme tuya en aquella playa y que solo las olas fueran testigo de lo que ocurriría.
Con la mano comenzaste a acariciar mi mejilla, a bajar por el cuello.... La pasaste por mis curvas y cuando llegaste a ......
Tus labios bajaron a mi pecho y de los míos no pude evitar dejar escapar un leve gemido que inundó la noche.
La humedad de mi entrepierna facilitó que tus dedos se deslizaran dentro de mi , mientras mi boca se abría, un gruñido de satisfacción se escapó de tus labios, cerré mis ojos y me dejé llevar por los sentidos , notaba como con la otra mano entrelazabas tus dedos con los míos y tu lengua recorría con suavidad todo mi pecho, mi piel estaba más erizada que nunca y mi espalda comenzó a arquearse al sentir el tacto de tus dedos.
Con el poco aire que quedaba en mis pulmones te supliqué, que me hicieras tuya , no podía aguantar más el deseo , necesitaba eliminar esos escasos milímetros que nos separaban y quemaban mi piel. Cediste a mis peticiones y me levantaste de la arena , con un rápido movimiento me posicionaste encima de ti mientras te tumbabas y sentías el tacto de la fría arena en tu espalda, con mis manos temblorosas recorría cada centímetro de músculo que había en tu cuerpo.
Con mi lengua, repasé tus labios , comienzo a mover mi cuerpo lentamente y al meterla dentro de mi , ambos suspiramos de placer...Me sigo moviendo cada vez más y más rápido , entre gemidos acercas tus labios y me dices :
Quiero que te toques mientras me estás follando.
Después de esas palabras nuestras miradas se encuentran , sin decirnos nada pero diciéndolo todo a la vez , nuestros ojos brillaban de placer y sin perder un minuto me incorporo, empiezo a pasar mi mano por todo mi cuerpo mientras me miras con deseo, acaricio ambos pechos con mis manos y tú me agarras de las caderas,
Sigue bajando. Me dices con la voz entrecortada
Continúo mi recorrido y sigo repasando con mis dedos mi abdomen y mi vientre..... Comienzo a tocarme mientras hago movimientos circulares con mi cadera y veo como retiras la cabeza hacia atrás y suspiras de placer.
Sigo moviendome cada vez más rápido, nuestros gemidos se escuchan como un sinfonía que se mezcla con el arrullo de las olas , me dices que no pare , que quieres ver cómo toco el cielo...
Tus manos mueven mi cintura para guiarme y comienzas a mover tus caderas , nos sincronizamos , como si de una danza se tratase , tú eras el bailarín principal y yo me dejaba guiar por tus brazos , esos brazos fuertes que me hacían sentir segura.
Cariño... Córrete para mí
Ante sus palabras una ola de calor inunda mi cuerpo , comienzo a gemir cada vez más fuerte mientras escucho que tu respiración se hace más pesada, seguimos moviéndonos y por fin llega esa electricidad que nos recorre a ambos hasta los huesos , nos miramos y caigo desplomada encima de ti.
Me abrazas suavemente y acarias mi pelo mientras me besas.... Al final solo estamos tú y yo, solo nosotros y la playa.
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Contando los días
Historia CortaSiempre me había imaginado este momento, era un fantasía recurrente que se paseaba por mi mente en los momentos más inesperados, por fin podía mirarte a los ojos y sentir lo que me decían