Capítulo 14 "El Olimpo"

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"El Olimpo"

"Lauren" Camila iba pasos detrás intentando seguir a la chica que a pasos agigantados avanzaba a su habitación. "¡Lauren detente!" Camila gritó pero la chica de ojos verdes ni se inmutó.

Lauren estaba furiosa, ella no era una estúpida humana como para estar sintiendo las cosas que sentía, tampoco era una Latro normal como para que las personas pensaran siquiera en tomarle el pelo. Sus pensamientos corrían a mil por hora en su cabeza, solo paró metros antes de llegar a su habitación, justo afuera de la de Normani. El impedimento de moverse provocado por la silueta situada frente a ella, estúpida morena de ojos cafés que ahora mismo se mostraban azules.

"¿Por qué motivo no te detienes cuando te lo digo?" Aquella voz ronca le quemaba la cabeza, recordaba los gemidos en ese tono de voz pero ahora no era momento de recordar. Camila parecía demasiado enojada, sus alas blancas poderosas destacando en su espalda, sin embargo en comparación de lo aterradora que podía ser Lauren, Camila era una mariposa.

"¿Por qué no te quitas de mi camino?" Como siempre que se sentía acorralada mostraba su mejor arma; indiferencia.

"¿Por qué no te dejas de comportar como una niña cuando estás celosa?" Camila estaba aburrida, ella más que nadie quería que Lauren se comportara con ella como lo hizo la primera vez que durmieron juntas, esa Lauren valía la pena todo el sufrimiento que le causaba.

"¿Por qué no te quitas la ropa y lo hacemos más fácil?" La cabeza de Lauren hablaba sin razón, haber visto a Camila con ese chico la molestaba pero su ego era demasiado grande como para permitirle plantearse el por qué, estaba herida, la maldita flecha que Cupido había puesto en ella seguía allí, a mitad del corazón y le lastimaba cada vez que respiraba, cada vez que se movía, la hacía sangrar como lluvia en el infierno: rápidamente pero sin poder apagar el fuego, irónico.

"¿Por qué no te vas a la mierda?" No es que Camila quisiera a Lauren lejos, la quería lo más cerca posible, pero como siempre obtenía todo lo contrario de lo que quería ¿por qué no intentarlo?

"¿Por qué no me llevas tú?" Su voz seductora, allí estaba su segunda defensa: el manipular la mente de los demás, lástima que Camila era la diosa de la sabiduría y estrategia, de otra forma quizás habría ganado Lauren.

"Creo que será mejor que vayas sola, te queda más ese estilo que a mi" dijo Camila para seguidamente avanzar hacia su habitación volando, literalmente, de igual forma tenía alas ¿por qué caminar?

"Camila" llamó Lauren antes de que la otra chica entrara a su habitación.

"¿Si?" Respondió con molestia girando para mirar a sus ojos verdes, los suyos ya cafés.

"Prepara tus cosas" comunicó sin haber dado un solo paso aún.

"¿Para qué?" Cuestionó Camila interesadamente, su ceño fruncido en confusión.

"Recuerda que visitaremos nuestro hogar Camila, ya hemos estado demasiado tiempo fuera" la cara de Camila delataba su intriga ¿a qué hogar se refería?

"¿Qué..?" Comenzo pero después pareció caer en cuenta de a lo que se refería Lauren.

"Dicen que el Olimpo es hermoso, honestamente no lo recuerdo" dijo Lauren en voz alta cuando llegó a la puerta de su habitación junto a la de Camila quien se quedó callada mirando a Lauren abrir la puerta con tanta tranquilidad "además, también dicen que hay muchos Ángeles que buscan aventuras con algún dios, pero eso tendre que juzgarlo por mi misma cuando esté allá" y justo cuando terminó la palabra desapareció en lo profundo de su habitación dejando a Camila volviéndose loca por las distintas emociones que sentía; ansiedad por ir al Olimpo, intriga del por qué Lauren le había dicho eso si todavía faltaba un día para partir, miedo por lo que podía pasar si Hades no se presentaba, celos por las palabras que Lauren acababa de pronunciar, felicidad por al fin poder ir al lugar al que pertenecía y más miedo por lo que podía pasar si Hades se presentaba y así tuvo que entrar a su habitación, poner música para calmarse y domir hasta que fuera otro día.

Ladrona de Almas (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora