taste of you [One Shot] Satzu

taste of you

Sana sabía perfectamente que no llegaría muy lejos engañando a las personas, después de todo su madre siempre se lo había advertido y sus constantes regaños se lo recordaban siempre

Tener ventaja entre el mundo de los híbridos la hacía sentirse especial, sus preciosos ojos color miel llamaban mucho la atención, y aún más cuando estos se tornaban de distintos colores hipnotizando a la gente, lo cual utilizaba para robarles a grandes empresarios o familias con grandes cantidades de dinero

En el mundo de los híbridos las omegas eran vistas como un ser sumiso ante los alfas de grandes familias, no todas, pero la mayoría eran así, y cuando un omega nacía en una familia adinerada siempre eran las grandes reliquias de las familias, un ser de oro puro, ya que según los estereotipos, el omega había nacido con buena sangre y merecía el cielo y las estrellas

Pero los que no, tenían que encontrar una forma de esconderse de los demás alfas, ya que siempre eran secuestrados y vendidos al mejor alfa y beta

Ahora, todo esto había llevado a Sana a hipnotizar a la gente y robarles, chasqueando sus dedos dos veces y mostrar sus delirantes ojos, robarles he irse con el tesoro en sus manos. Sana siempre transmitía ternura he inocencia, lo que lograba atraer a sus víctimas.

En el tiempo actual, la japonesa se encontraba rumbo a la universidad para omegas de bajos recursos, no era tan malo después de todo, ya que los trataban bien y con eso se conformaban

Hoy era un día soleado, así que solo llevaba un pantalón azul y una blusa roja, mostrando su delgadez y buen cuerpo como otros omegas le habían dicho, su pelo en una coleta alta y su mochila en su hombro. La japonesa de ojos miel, fue directo a donde estaba su mejor amiga Momo, una omega de piel canela con los ojos azules, alta y pelo negro, una hermosa mujer deseada por muchos alfas

La verdad es que Momo pertenecía a una muy buena familia, pero nunca le gustó juntarse con personas presumidas, como lo eran en su antigua universidad, donde una alfa de aspecto de conejo la sacaba de sus cabales, presumida y demasiado dulce. Ahora su mejor amiga era la japonesa que no le importo de donde venía

-que me cuentas Momo-Sana abrazo a su amiga, oliendo su aroma a café tostado-

-la alfa de voz chillona me la encontré ayer después de que nos despedimos-la voz de La omega sonó molesta-están irritable-

-talvez le gustas Momo-dijo Sana con obviedad-es su modo de cortejo-

-pues que se vaya por el desagüe-Momo frunció el ceño-si quiere comenzar un cortejo, que sea con flores y pucho pan-

Sana se rio de su amiga, ella era especial sin duda alguna y un poco mucho exigente con esas cosas

-que sea con cartas, regalos sencillos y chocolates-la omega sonrió-y que le baje a su presumides-

-lo siento por bajarte de tu nube Momo, pero son muy poco los alfas y betas que hacen eso en el cortejo-Sana entrelaza su brazo con el de la japonesa-y si lo encuentras, me lo presentas, yo te daré el punto bueno-

-ay no-Momo hizo una mueca-soy muy joven para amarrar mi vida con una persona, hay que disfrutar de la soltería y de la puntería, y tú de tu ternura-

-bueno, me quedo con mi ternura-las dos rieron-me cuentas si la alfa chillona sigue con su pésimo cortejo-

-eso ni lo dudes, eres la única con quien puedo hablar siendo yo misma-

-me siento alagada-toco su pecho, para después golpear suavemente el hombro de la más alta-

Se puede decir que las clases habían pasado con normalidad, lo de siempre, una pelea, un omega en celo y algunos alfas merodeando por toda la zona