Capitulo n°2

371 24 0
                                    

-¿Podes bajar a comer Oriana, se te hace tarde para el colegio? Gritaba con euforia Nicolás, su padre.

-¿Primer día y ya quieres faltar? Sirviendo el almuerzo en la mesa, Cinthia.

*Narra Oriana*

Típicas preguntas que se escuchaban de abajo, y yo lo único que quiero hacer en este momento es seguir acostada, taladrándome la cabeza con pensamientos malos.
Me digné a levantarme, a ponerme mi uniforme, y salir rumbo al colegio, sin haber almorzado nada.
Llego, a ese gran portón negro y oscuro, asqueroso para mi gusto, entro y me apoyo sobre una columna a esperar que toque esa indeseable campana.
Veo que se viene acercando un chico, y yo temblaba de nervios.

-Hola bonita, me llamo Lucas, ¿vos?

-Ori..Oriana- Pellizcándome el brazo para ver si esto era real

-Que hermoso nombre, no sabes en que clase te tocó?

-Si, en ciencias económicas en la primera hora.

-Enserio? A mí también, en la misma, bueno.. Si tú quieres, nos sentamos juntos

Trágame tierra, trágame tierra.

-Como tú quieras, no conozco a nadie en esta secundaria- Reí falsamente

El chico, Lucas, me dijo que ya venía, se iba a buscar unos libros en biblioteca.
Esto no podía ser verdad, un chico guapo me había hablado, pero es más que sabido, que cuando conozca a las "HERMOSAS" chicas que hay aquí, se olvidará de mi existencia, como lo hacen todos, no?
Toca la maldita campana, para ingresar cada uno a sus clases. Estoy entrando al aula, y hago una vista panorámica, y veo un asiento vacío justo al lado de la ventana, que da una hermosa vista hacia el jardín de la misma.
Estaba muy concentrada mirando hacia ese hermoso jardín, y siento una respiración muy cerca mío. Me asusto, y de repente me doy vuelta bruscamente empujando a Lucas, que solo iba a avisarme que estaba ahí.

-Perdón Lucas, estaba concentrada y no vi que llegaste.

-Me di cuenta hermosa, no pasa nada.

Me dijo hermosa, que tengo que hacer, ¿Sonreír? ¿Llorar?

-Gracias- Le sonreí

-¿Gracias por qué?- Me miró confundido

-Por el alago Lucas.

-¡Ay Oriana! Es la verdad, no me digas gracias!

Reí con las mejillas totalmente rosas, y seguí prestando atención a toda la clase, había chicas normales, chicos de clase alta, y las típicas niñas de papá. Sabría que me harían la vida imposible.
Comenzamos bastante bien, ya que el profesor, el primer día, faltó.
Me dirigí al jardín, quería estar sola, y me senté en el pasto a pensar.
Me puse a pensar en cuanto extrañaba a Julián, mi primo de España.
El único familiar que me quedaba, que no era tan familiar tampoco, pero básicamente lo era.
Que será de él, desde que murió mama que nunca más me comunique con él, ni tuve una señal de existencia, un día debería probar llamarlo.
También tengo a Sam, que es como una tía lejana, pero ella vive en Egipto, en estos momentos, no sé qué se le cruzo por la cabeza irse a vivir tan lejos, ¿Se dan cuenta? No hay comunicación hasta allá, es imposible. Estoy acostumbrada a que me dejen sola, así que no me hago drama.
Alguien me saca de mis pensamientos, y me toca el hombro

-¡Lucas! Exclamé- Tu de nuevo

-Está bien, si te molesto me voy

-No ven, siéntate aquí conmigo- ¿Yo dije eso? ¿Yo lo invite a sentarse al lado mío? Que locura es esta

Sácame de este mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora