La cruda verdad

461 46 9
                                    

Desde que tengo memoria, si es que se puede decir así, he estado enamorado de uno de los héroes de Karmaland, irónico creo yo, pues soy uno de ellos.

Ni siquiera recuerdo, el cómo me enamore de él, creo que incluso antes de venir a este lugar lo estaba, siempre tuve el presentimiento de eso, cada que lo veía me decía a mí mismo "Quédate, él te necesita, tú lo necesitas"

Pero, por más que intentaba acercarme, un maldito oso me ganaba, aunque darle toda la culpa a Rubius sería egoísta, yo no aportaba mucho, siempre lo molestaba con algunas minas, que tenía de reserva, me daba gracia que por esos segundos te detenías a mirarme o a buscarme sin cesar, solo para reprocharme una y otra vez, más, sin embargo, jamás me golpeaste o te vengaste.

Eso es una de las cosas que más amo de ti Vegetta.

Tu solidaridad, generosidad y sobre todo el amor hacia la gente que te rodea, pues aunque cueste creer, me fijaba en eso, me fijaba en lo increíble que eras con la espada, en como el sudor corría por tu espalda al construir piedra por piedra tu castillo.

Amo cada centímetro de ti, pero, como la mayoría sabe, solo soy un maldito cobarde, egoísta.

El día de tu boda, fue lo peor para mí, te ibas a casar con Lolito, no lo crei en un principio cuando me lo contó Fargan, crei que era un tipo de broma, aunque rápidamente me di cuenta de que no.

Mentiría si te digo que no me dolía el pecho cuando te vi parado en el altar con tu mejor ropa, sabiendo que yo no sería el que estaría a tu lado, mentiría si te dijera que las lágrimas que derrame al verte eran de felicidad, mentiría si te dijera que cuando huiste llorando no quise ir por ti. Realmente lo lamento por ti, alguien como tú merece ser feliz.

Sé que aunque te confiese mis sentimientos, no me corresponderás, y seria de esperar, alguien como tú no merece estar con alguien como yo, esa es la cruda verdad y la acepte hace mucho tiempo.

No recuerdo bien cuando aparecieron y el porqué, pero los alíen cuando menos me lo esperaba nos habían seguido de rescatar a Titi, miraba con pena al pobre niño, de alguna manera me sentía como una figura paterna con él, y el niño mexicano. Ahora nos encontramos aquí en la plaza, Sapopeta nos ha dicho que intentemos convencer a Merlón de largarnos con todo el pueblo de aquí.

El pobre anciano parece ya haber perdido las esperanzas al igual que nuestro druida, no sé qué hacer, puede ser la última vez que logre ver el rostro de mis compañeros y sobre todo tu rostro, no puedo evitar mirarte, estás muy asustado y sé que cuando lo estás te enojas mucho. Acabas de golpear a Lolito, él se lo merecía.

Te toqué el hombro y con mi mayor fuerza de voluntad te miro a los ojos, las palabras no salen, pero digo

—Cada mina era una forma de decir que me gustabas...

Mi rostro está rojo, y agacho mi cabeza al no obtener respuestas, miro hacia arriba al no oir nada, tus mejillas están rosadas, me dices algo que hace que mi corazón lata más rápido.

—¡A buenas horas las dices, Willy!

—¡A buenas horas las dices, Willy!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hola, esta es mi primera historia. :D

Está hecha en honor al final de karmaland V.

Espero les guste, está inspirada en las palabras que le dijo Willy a Vegetta, dicho todo esto, espero pasen un lindo día.

Bay~💜💚

Confesiones 💚💜 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora