ᏟᎪᏢᎥҬuᏞᎾ 2

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Vida

Una semana había pasado desde aquella madrugada, y el alcalde estaba más que contento por los resultados que había dado su acompañante. Sin reproches hacia todo lo que el le pedía, hasta incluso decirle un pequeño "te quiero", para él era el mismo paraíso... Pero una tortura para alguien más.

Ahora mismo estaba el castaño abrazando a su querido revolucionario que tenía un traje completamente diferente a su estilo de vestir, pero a su gusto:

Una camisa roja con escote en V, con su antiguo corset, un pantalón de vestir pero con unas correas en su pierna derecha, un gorro del mismo color de la camisa, un anillo color rubí en su mano izquierda y para darle un toque final, un collar que tenía una cadena incluida, solo que cuando está no se usaba se cambiaba a un diamante para hacer juego con ese anillo.

— ay mi Quacks, me alegra tenerte así.

El azabache estaba parado justo en frente de él, porque este lo estaba abrazando desde su cintura, mientras que él estaba acariciando sus cabellos.

Así eran las tardes desde esa noche, Luzu feliz porque Quackity ya no lo odiaba, que podía tenerlo a su lado, y cuidandolo, lo que fue su objetivo desde el inicio.

— Quacks, aún que no quiera tengo que volver al trabajo, pero si fuera por mi, me quedo contigo toda la tarde— lo acercó más— así que ve a casa y ahí me esperas, uno de los secuaces te acompañará.

— si.

Se apartó de él, pero fue jalado de nuevo a donde estaba solo para que Luzu le diera un beso en la mejilla, para ahora sí salir de esa habitación. Ya cuando el castaño estaba sentado en su escritorio suspiro por lo bien que había salido su plan.

En eso le llegó una llamada de su asistente diciendo que su amigo Vegetta lo quería ver.

—hombre, Luzu.

— Veg, que sorpresa la última vez que te vi fue en las olimpiadas del pueblo.

— así, cuando Quackity quiso...— el azabache de ojos morados se callo cuando recordó que Luzu  supuestamente ya no tiene recuerdos.

— ¿Que Quackity que?

— que Quackity... Quiso darte una sorpresa por haber empatado con Rubius... Si era eso— si, también le dijeron que el oso les dijo que ellos eran pareja— hablando de él, ¿Dónde está?

— se sentía mal así que lo mandé a mi casa para que descansará.

— ay Luzu, siempre preocupándose por los demás.

— es lo mínimo que puedo hacer por mi mano derecha en este puesto— se hizo el inocente.

— y porque es tu esposo, que no se te olvide lo que te mostró Doblas.

— aún sigo sin creer en eso de Rabis— pero cuánto desearía que esa boda no fuera mentira o un juego— ¿Y a qué se debió tu visita?

— ah, necesito tu ayuda para mí refugio de gatos.

— si claro.

Todo el resto de la tarde fue de ese tema, hasta que quedó en un acuerdo y le mandaría la ayuda necesaria. Así que cuando el mago se fue, él decidió hacer lo mismo e irse directo a su casa, dónde lo esperaba Quackity. Y si, el azabache estaba sentado en una silla acariciando el pato que él le dió, para compensar la muerte de Calamardo -que por obvias razones nunca supo Quackity que murió-, ver esa escena le causó ternura.

Ay que bonito...

...

CHIN

Pregunta: ¿Quieren algo bonito pero que oculte locura o algo tan tóxico que rebase Chernobyl?

-yeli

۞ҬᎬmᏢҬᎥᏁᎶ ᎠᎬsᎥᏒᎬ۞          𝑳𝒖𝒄𝒌𝒊𝒕𝒚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora