Biblioteka
- ¡Feliz cumpleaños Halia! - Catalina y Kalina entran a mi habitación usando gorros de fiesta con una torre de hot-cakes y una vela rosa.
- Por Zeus ¿qué hora es? - pregunto somnolienta
- Son las ocho con cuarenta y cinco minutos - responde Catalina mirando su reloj
- ¿no se supone que debería dormir más por ser mi cumpleaños?
- No señor, no con nosotras aquí - Kalina deja en la mesita de noche el plato con mi desayuno para llevar sus manos a su cadera
- Cinco minutos más - me cubro la cabeza con las sabanas nuevamente esperanzada de que me dejen dormir un poco más
Ambas jalan mis cobijas dejándome totalmente expuesta al frio matutino
- Levántate, hoy iremos a la cafetería que Catalina descubrió y antes de ir haremos una parada sorpresa - Kalina toma mis manos para que me despierte de una vez por todas, dejo que mi cabeza cuelgue con mis ojos aun cerrados.
- ¿No podemos ir a medio día?
- ¡No! - Gritan ambas
- ¡Bien! Me cambiaré - miro la torre de hot-cakes y cuando voy a tomar uno Kalina me da un manotazo
- Si no te cambias no hay desayuno - toma el plato y sale de mi cuarto con Catalina
- Estás dos me van a matar de hambre - me digo a mi misma
Me apresuro a bañar y escojo con cuidado mi atuendo, un pantalón azul claro holgado con dibujos de una luna y un planeta pintados a mano, un cinturón negro, rebusco entre mis suéteres y encuentro una sudadera amarillo claro, la fajo dando apariencia de blusa que decido combinar con unos tenis converse negros. Salgo de mi habitación y veo a Zora sentado en la mesa junto a Kalina y Catalina.
- Y volvimos a la normalidad señores
- ¿De qué hablas? - pregunto
Los tres se miran y fijan su vista en mi sudadera, oh, cierto, el amarillo.
- ¿Ya puedo comer mis hot-cakes?
- Adelante
Todos desayunamos deprisa para no salir más tarde, son las 10:30 de la mañana y ya estamos en el auto, en el camino un mensaje de mi padre llega a mí bandeja donde se lee "feliz cumpleaños cielo, disfruta tu día, ya tendremos tiempo para celebrar cuando vengas de visita, te ama papá", respondo agradeciendo y prometiéndole fotos de todo el día, vuelvo mi vista a la ventana y algo que he de admitir es que las vistas en Grecia son maravillosas en todo sentido, el cielo azul asimilando al del océano y el sol alumbrando todo el paisaje me hacen muy feliz, en Rusia no siempre se ven días así de soleados, una de las cosas que más ame de dejar mi frío país fue esa, si bien la blanquecina nieve cayendo es hermosa en el invierno, el clima nublado del diario me mantenía un tanto melancólica, es por eso que el amarillo es mi color predilecto, es el color de la felicidad y era el color de ojos de mi madre. La brisa se estrella con mis hebras negras, la música de Zora suena alto dentro del coche, hace tanto que no disfrutaba mi cumpleaños de esta forma, hace un año lo celebraba con otras personas, personas que llamé amigos sin merecerlo, con Faddel con quien rompí todo contacto desde Octubre, mi vida cambió y soy feliz por haber encontrado una nueva familia en la Universidad.
- ¡Llegamos! - Kalina baja entusiasmada, esta mujer puede usar un pants y seguir viéndose increíblemente bien
- ¿Qué es este lugar?
- Es nuestra pequeña parada sorpresa - responde Catalina, toma mi brazo y el de Kalina
En lo alto se lee "Stauros Niarchos Fundantion Cultural Center"
ESTÁS LEYENDO
EL HEREDERO DEL SUEÑO
Historical Fiction"Entrégate a los brazos de Morfeo y deja que tus pesadillas escapen a la tierra" ¿Alguna vez escucharon que el dios del sueño se enamoro de la persona incorrecta? Halia Valkyr es una estudiante de historia de la Universidad Nacional y Kapodistrian d...