III.- Дом

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Dom


- Moya prekrasnaya devushka! (¡Mi niña hermosa!)

- Papá ya no soy una niña – abrazo a mi padre con todas mis fuerzas, lo extrañe

- ¿Cómo está la mejor historiadora de Rusia?

- Con muchas ganas de dormir

En el auto a casa platicamos de todo lo que hice este semestre, desde mis desvelos hasta mi último día con los locos amigos que tengo en nuestro departamento. Mi casa no es muy grande, es suficientemente grande para dos personas, dejamos Rusia por muchos años, tuvimos que irnos por el acoso que sufríamos en las calles por la renuncia de mi padre a la exorbitante herencia de su familia, sumando que esta casa fue la que compartió con mi madre, falleció cuando tenía duras penas tres años de haber nacido, no tengo muchos recuerdos de ella en realidad, solo las pocas fotos que nos tomaron juntas, la familia de mamá es un verdadero misterio, en palabras de mi padre ella provenía de un pueblo ubicado al norte de Holanda, huyó de ahí para no terminar en un matrimonio arreglado.

¿Cómo termino en Rusia? Bueno, ella estudio enfermería, pagando por si misma sus estudios, papá por otro lado nació en cuna de oro con la vida arreglada gracias al imperio que mis bisabuelos y abuelos construyeron, el apellido Smirnov tiene un gran peso aquí, desde cadenas comerciales hasta condominios en zonas exclusivas, conexiones políticas y comerciales en el extranjero, mi padre sería dueño de todo eso y mucho más, solo hubo un problema, se enamoro en la mujer "incorrecta" o así la llamó la mayor de esa familia. Tal y como en las eras antiguas, los matrimonios por conveniencia entre los hijos de empresarios son cosas normales en ese mundo. Papá quería vivir, viajar y conocer, como acto de rebeldía se enlisto en el ejercito, aún y cuando todo estaba arreglado para que ni él ni su hermano pisaran una base militar, por las consecuencias de la guerra fría y los múltiples encuentros militares enviaron tropas rusas a las fronteras donde fueron emboscados, en una de esas tantas unidades estaba la de mi padre. El destino es misterioso en algunas ocasiones, mi padre murió, recibió un impacto de bala en el corazón, pero un bello ángel de ojos color ámbar lo trajo de nuevo a la vida, una mujer con ojos color sol, de nombre Brun Valkyr, mi madre.

Estuvieron juntos durante toda la recuperación de papá, el volvió a la base central en la capital, paso tan solo un año de esa experiencia traumática y mi joven padre de apenas 23 años seguía con el recuerdo de la bella enfermera de cabello negro merodeando su mente, cuando mi abuelo comenzó a tener problemas de salud fue internado y como si fuese alguna especie de pacto celestial, el hombre nacido en cuna de oro y la mujer con ojos color sol volvieron a encontrarse entre los cientos de pasillos del gran hospital, poco tiempo después de insistencia mi madre accedió a salir, se enamoraron lentamente, mis abuelos por supuesto no aprobaban su relación, una simple enfermera no traería nada bueno ni beneficioso a los Smirnov y cuando mi padre les reveló se habían casado a sus espaldas enloquecieron intentando por todos los medios anular dicho matrimonio, a los dos años, un frío 13 de Diciembre de 2003 nací yo y tan solo unos meses después de la muerte de mi madre se hizo de conocimiento público que el legitimo heredero de los Sminov renunciaba totalmente a su herencia. Cuando nos mudamos a América papá tuvo que comenzar de cero, aprovechando su cara y elitista educación consiguió empleo en la universidad de Nueva Orleans como profesor de idiomas, enseñando Ruso, Latín y Chino, así comenzó nuestra nueva vida, lejos de esa familia que despreció a mi madre y que me despreció desde antes de nacer.

- Llegamos querida

Me quede dormida por el trayecto del aeropuerto, vivimos en los límites de Moscú, alejados de la ciudad y los ojos curiosos, papá fue muy audaz en cambiar nuestros apellidos y usar el de mi madre, así yo podría tener una infancia normal, todo lo contrario a la suya.

EL HEREDERO DEL SUEÑODonde viven las historias. Descúbrelo ahora