Amor a primer baile

Capítulo 3

Aquellos 4 chicos pudieron llegar justo cuando estaban abriendo las puertas del salón, unos minutos después de que la directora hubiera anunciado la bola, les dijeron a todos los alumnos que sería con temática de la naturaleza, así que la mayoría de ellos, fueron de color verde, Elios y Ágathe no serían la excepción. Ágathe tenía un hermoso vestido verde que venían con unas alas como decoración, una máscara blanca y su corona no podía faltar; Elios llevaba un traje igual verde con unas alas de decoración, ahora había cambiado el color de la venda que siempre llevaba en los ojos y se puso una venda verde, la venda en los ojos de Elios no podía faltar, y él tampoco podía olvidar su corona.

Cuando todos entraron, la directora estaba por las escaleras con un micrófono y les dió nuevamente la bienvenida.

-¡Mis queridos alumnos, sean bienvenidos a la bola de bienvenida de la academia Royal Saint Arrow!

Todos empezaron a gritar y a aplaudir, la directora empezó a decir algunas otras palabras de bienvenida y a explicar otras cosas.

-Muy bien mis pequeños, yo elegiré las parejas dependiendo la clase que les haya tocado, Erandi y Kyle, de la maestra Elisa, Elios y Ágathe del profesor Vikesh, Luke y Gaia del profesor Aren, Lian y Scarlett de la maestra Flora...

Gaia miró emocionada a Ágathe por saber que Luke era el chico castaño que había visto -cuando Ágathe y Gaia estaban yendo al salón, Gaia vió a Luke y escucharon como lo nombraban- en cambio, Elios, Ágathe y Luke no sabían quién era su pareja.

-Tal vez no se conozcan la mayoría, así que, iré llamando a todos, Elios y Ágathe, acérquense conmigo por favor.

Ambos se acercaron, Elios hizo una reverencia para Ágathe y ella hizo lo mismo, se agarraron de la mano y bajaron para ir a la pista, la directora también llamó a Gaia y Luke, ambos hicieron lo mismo que Elios y Ágathe, solo que ellos no bajaron de una.

-Es un placer conocerte, preciosa- le dijo Luke a Gaia y le besó la mano.

-El placer es todo mío, Luke- le contestó Gaia, le regaló una sonrisa y bajaron para estar cerca de sus amigos.

Cuando la directora terminó de juntar a las parejas, habló con los profesores para que se quedaran a vigilar y asegurarse que no hubiera ningún problema y se fue.

Después de unos minutos, se comenzó a escuchar una melodía, Elios la reconoció por una película que había visto, la melodía era Merry Go Round Of Life.

-¿Me concederías esta pieza, princesa Ágathe?- le preguntó Elios mientras besaba su mano con una pequeña reverencia.

-Claro que sí, príncipe Elios- Ágathe le dió una pequeña sonrisa a Elios.

Los dos comenzaron a bailar, en los primeros minutos no se miraron a los ojos por algo de timidez, solo se dejaron llevar por la melodía del fondo; ambos jóvenes dieron vueltas y vueltas, los dos se sentían como en un cuento de hadas, disfrutaban el baile de ese momento, la melodía acabó, y comenzó una nueva, esta vez, era La Seine. Ágathe conocía esa canción, de hecho, era una de sus favoritas, los dos se vieron a los ojos directamente por primera vez en ese momento pero quitaron la vista de inmediato por vergüenza, ahora, el baile era un poco más movido pero a la vez tranquilo; Ágathe disfrutaba la melodía, Elios al ver que su pareja de baile se veía feliz bailando, él seguía su ritmo y una pequeña sonrisa empezaba a salir de sus labios; terminó la segunda melodía y empezó la tercera y última música de la noche, ahora la melodía era The Swan.

Los dos tenían que verse de frente para poder bailar aquella canción, de nuevo, se miraron a los ojos fijamente, apenas se vieron de nuevo pero esta vez, no apartaron la mirada, de un momento a otro, los dos se sentían como si solo fueran ellos dos en aquel lugar, no había nada ni nadie a su alrededor para ellos, ambos se comenzaron a pegar cada vez más, más y más, hasta el punto en que ambos podían sentir la respiración del otro.

-Te ves muy linda de cerca...- le susurró Elios a Ágathe.

-Gracias, tú igual eres muy lindo, Elios...

Elios subió su mano hasta la cara de aquella linda chica y la acarició, Ágathe recostó su cara en su mano, sentían cierta tranquilidad el uno con el otro, cosa, que ninguno había sentido antes...

Pero ese hermoso momento, se fue en un abrir y cerrar de ojos.