𝕆𝕍𝔼ℝ𝕋ℍℝ𝕆𝕎 - Eric Coulter [DIVERGENTE]

05

Mi quinto día en Osadía y sin ánimo alguno me deje caer en mi cama después de haber tomando un baño, mi cuerpo dolía, cada movimiento que hacía quemaba. El entrenamiento cada día es más pesado y Cuatro se tomo muy en serio el "Forzar nuestros cuerpos al límite".
Cada día es una lección nueva y si no aprendiste ese mismo día a dominarlo eres débil. En cualquier momento Eric llegará y te pondrá a pelar, como fue en el caso de Jim en el entrenamiento de hoy, lo puso a pelear con Hall, hasta ahora considerado el mejor en combate por fuerza y solo me limitaré a decir que Tiana y yo acabamos de visitarlo a la enfermería después del entrenamiento. Le destrozó la cara por petición de Eric al haber comentado un "Suficiente de juegos, peleen".

Después de la pelea se llevaron a Jim a enfermería y nos mostraron la tabla de seguimiento, Hall era el primero. Mientras que yo me mantenía en el lugar 6 y Tiana en el 8, Jim había peleado bien, bastante bien diría yo, pero al pelear con la bestia de Hall lo dejaron al nivel 12.
Los chicos estában conformes, pues estában arriba de la línea, y a decir verdad estaría de igual forma si Hall y la chica pelinegra no se hubieran reído por la forma en la que Tiana intentaba levantar al inconsciente de Jim. Me dio coraje, nació un resentimiento en mi pecho y solo quería partirle la cara a esa chica y noquear a Hall, necesito estar en primer lugar.

— Estoy preocupada. — Tiana hizo una mueca.

— Tu Romeo estará bien, los analgésicos que le pusieron lo hicieron hasta sonreír. En 2 días estará dado de alta y en 5 días estará listo para la revancha. — sonreí para darle ánimos a mi amiga.

— Fue muy injusto, esa pelea no se debió de haber realizado. — comentó enojada.

— Es Osadía, Tiana. Si ganas estas viva, no importa contra quién te pongan. — me encogi de hombros.

— Tiene razón Grace, además, esto es el inicio. Nos siguen forjando para poder vencer. — llegó Andrea a la platica, una chica morena muy dulce y simpática, se sentó a lado de Tiana pues yo estaba acostaba en la cama abarcando todo.

La conocimos en el entrenamiento de antier, Andrea se acercó con dos botellas de agua en el descanso de 10 minutos junto con un botiquín, pues mis nudillos seguían sangrando. Dijo que desde la vez pasaba lo había notado pero no hizo nada esperando a que yo me encargará, pero como no lo hice ella se ofreció y se nos unió.

— Tu tranquila chica roja, todo saldrá sobre ruedas. — le guiñe el ojo haciéndola sonreir.

— Vamo a tatuarnos, esto es deprimente. — alentó Andrea levantando a Tiana y estirando la mano para que la tomará.

— Me parece bien. — acepte levantándome al tomar su mano.

Ambas salimos de las habitaciones, las tres nos cubrimos las espaldas en el baño y era más seguro.
Al salir, un grupo de mujeres iba a entrar, yo estaba en la orilla, pasando a un lado de ellas. Una chica que no alcance a reconocer chocó mi hombro de manera agresiva, me hizo tambalear a tal punto de que Andrea me tuvo que sostener.
Confundida me volteo a confrontarla.

—  ¿Cuál es tu maldito problema? — escupí.

La chica que se detuvo y volteo de igual forma junto con una sonrisa, era la pelinegra.

— Tu eres mi problema. — ambas nos acercamos.

— ¿De qué hablas? Ni siquiera sé quién eres y ya soy tu problema. — incline la cabeza.

Sonrió con ironía recorriendo la mirada a mi persona.

— Eres un maldito insulto para Osadía, tu no deberías estar aquí, es más. Te doy una semana para que Cuatro o Eric te echen de aquí. Solo eres una estafa que pretende ser algo que no es. — recorrió mi cuerpo con una mirada de asco.

— ¿De verdad? Dímelo cuando me importe tu maldito comentario. — La recorrí con una mirada llena de asco.

Di dos pasos atrás y seguí mi camino con las chicas.

— ¿Quién mierda es esa mujer? — pregunté con enojo.

Tiana se había puesto a mi izquierda y Andrea a mi derecha, la pelirroja y yo estabamos desconcertadas.

— Es Jane, esta en el puesto 7. ¿No lo sabes? Quiere ser el numero 1 y tu estas en su camino. — explico Andrea.

— ¿Solo por eso se pone como perro rabioso? — preguntó Tiana en tono de burla.

Las 3 reímos por su comentario, le queda bien el perro rabioso.

— Pero no entiendo, ¿porque estoy en su camino? — me encogi de hombros.

— Grace, tienes potencial en el combate, eres fuerte y ni se diga en las armas, tienes una puntería excelente. Eric lo está notando y si te esfuerzas más puedes ser número 1. — respondió Andrea.

— ¿En serio? — El sentimiento en el pecho fue extraño, me hizo querer sonreír, pero lo guarde sacando únicamente media sonrisa. Me siento alagada, no pensé que tuviera potencial. — ¿Por qué dices que Eric lo está notando? — pregunté.

— Andrea te dijo el potencial que tienes y las mejores cualidades, y aún así te sonrojaste cuando menciono a Eric. — opino Tiana. — ¿Acaso mi amiga le gusta cierto líder con carácter malhumorado? - levantó ambas cejas varias veces.

Me mordí la mejilla, no me gusta. Simplemente considero que es atractivo, pero solo eso.

— El ejercicio te quemo el cerebro, alucinas. — reí.

Bajamos las escaleras de caracol para poder llegar a pozo, pues a un lado estaba el lugar para los tatuajes, tienda de ropa, armas, piercing, etc.

— ¿No has visto cómo te ve? — pregunto Andrea. — Cada vez que pasa a verte te analiza, te ve detalladamente. Hasta lo escuche hablando de ti con Cuatro. —

Frunci el ceño, estuve tan concentrada en golpear ese costal de arena o disparar ese muñeco de aluminio que no lo había notado.
Pensé que su "bien hecho, iniciada" era algo típico de él, incluso pensé que no había sido la única, aunque no me fije para confirmar.

— ¿De qué hablaron? — pregunté bajando las escaleras por completo y esperando a las demás.

— Cuatro le contó que eres fuerte, tu desempeño en el costal es bueno, pero no sabes manejarlo. Eric solo asintió mientras te veía, le dijo que se encargará de corregirlo. —

Tiana fue la ultima en bajar, los últimos escalones fueron con lentitud mientras soltaba un respiro cansado. Terminó volteandonos a ver.

— Odio las escaleras. — bufo.

Andrea y yo reimos.

— Solo fueron 4 pisos. — aviso Andrea.

Tiana agrando los ojos viendo las escaleras.
— Ve, es mucho para mí. En Erudición había elevador. — dijo secándose la frente de su sudor imaginario. — En fin, lo logre. Por cierto, volviendo al tema, deberías seducir a Eric para que no tener que pelear con la zorra de Jane. — propuso encogiendose de hombros.

— Aja si, amiga. Problema solucionado. — negué con una sonrisa.

Ambas fuimos a la sala de tatuajes, un lugar oscuro con luces azules o algunas rojas, un sitio con iluminación tenue, algunas personas en el lugar y más llamó mi atención, pues en el sitio estaba Eric, frente al lugar de armas viendo detelladamente una que tenía en su mano. Mi pulso se aceleró un poco pues su mirada fue instantáneamente a nosotras.

— Ve, solo te ve a ti. — susurro Andrea.

Sin corregir.