Cap. 4 Espacio personal

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~Danvalgen~


- ¿Cómo te has sentido últimamente? - me preguntó mientras se acercaba a mi sin ninguna pena, quedando tan cerca que podía sentir su aliento a menta en mis mejillas


-Ah, bien creo, lo último que tuve fue un tiroteo en la estación de policía, pero el chaleco hizo su trabajo, solo me dejo unos moretones, oh si, también casi muero en el espacio, recuerdo que fue usted quien me interno aquí y sus compañeros-


-Claro~ no se me olvida una cara... como la suya, no se ven tan seguido-


(¿a qué se refería? Mmm... ahora que lo pienso, apenas recordaba lo que había pasado cuando me desmayé en el espacio, me trajeron al hospital... Marcita me atendió... luego una persona vino a cuidar de mí, encontró una marca de labial en mi cuello que ni yo sabía cómo había llegado allí, meh, ni siquiera logro recordar quien fue quien me cuido esa noche)


Me pidió que me quitara el chaleco antibalas para escuchar los latidos de mi corazón, seguidamente me tomo la presión, creí sentir como toco mi brazo de una manera algo prolongada y extraña


-sí que está en forma...~ señor Danvalgen-


-si obvio, tengo que estarlo para mi trabajo-


Ella rodo los ojos y siguió examinándome, me hizo algunas cosas básicas, revisar mis ojos, mis oídos, mis reflejos. Aunque luego me pidió algo que me saco de lugar


-quítate la camiseta por favor-


¿No era tan raro no? Supongo que se lo habían pedido a todos, no tuve más remedio y me saqué el polo, bajo este solo estaba mi bien formado cuerpo, algunas cicatrices y un pequeño parche de hielo en gel que alguien me puso cuando me cuidó en el hospital, solo logro recordar que me había traído flores rojas que seguramente ya se marchitaron


-Aún tiene el hielo en gel que le puso su visita- sin pensarlo dos veces me lo quitó, bajo este se hallaba un muy pequeño moretón curado por el mismo parche


-Ja... bastante efectivo- quise preguntarle si recordaba quien había cuidado de mí, pero ella tenía el ceño fruncido y una cara de pocos amigos


Me revisó una y otra vez, parecía que buscaba cualquier excusa para tocarme y cada vez me sentía más incómodo ¿pero que podía hacer yo? No tenía mucha idea de que era lo que se hacía en los chequeos, también de vez en cuando soltaba algún comentario de lo bien que me veía, o se acercaba demasiado a mi rostro con su linternita, por último, saco unas muestras de sangre de mi antebrazo


Después de tantos exámenes me estire un poco en la silla tensando mis músculos y mi cuerpo, ella alzaba la mirada de su hoja de apuntes y me observaba sin ningún disimulo


-Debería abstenerse de hacer esas cosas sin camiseta señor Dan... no sabe el efecto que puede causar en las demás personas aún más estando sin su polo~- caminó despacio hacia mí, me tensé por completo e intente alejarme un poco sin mucho a donde ir, me sentía acorralado

- Qué pasa? ¿No te gusta que me acerque?~ - ella puso en mi pierna su mano flexionándose un poco para que nuestras bocas quedaran a la misma altura


-digamos que me gusta mi espacio personal, deténgase- solté en un leve gruñido intentando mantener la compostura, me sentía algo molesto, por tomarse tantas libertades como si creyese que solo por ella ser bonita yo querría estar en esta situación, y la verdad es que incomodaba, estaba MUY incómodo, al punto de desear que alguien tumbase la puerta.


Sin previo aviso ella me besó, la sangre me hervía, sentirla cuando ya le había dicho que parara repetidas veces, había dado señales de lo incomodo que me sentía, y que no le importase me había cabreado bastante


La tomé de la muñeca que se apoyaba en mis piernas y me levanté apartándola de inmediato, me acerqué a su oído y le susurré algo con la mandíbula apretada


- ¿así que fuiste tu quien me besó el cuello mientras yo me desmayaba en la cama del hospital esa noche?... Mientras casi moría... no quiero que te me acerques nunca, no me agrada la gente como tu... que se aprovecha de sus cargos, ni quiero ni imaginar lo que me hubieses hecho si no me hubiesen venido a cuidar...-


La solté y cayó a una de las camas, sin hacerse ningún daño, me dirigí a la puerta donde estaba Josmy apoyado, había estado viendo toda la escena


-A veces dar tanto miedo te hace ver sexy- él levanto una ceja y soltó una risilla mientras me daba espacio para salir - ¿vas a demandarla por acoso? -


Lo pensé dos segundos y luego respondí


-es mucho papeleo-

Dijimos Josmy y yo al mismo tiempo


- ya te conozco hombre~, no te preocupes, me encargo de lo que dejaste mal hecho- sonrió y volteo a ver a Marcita con un maldito libido en los ojos que me daba asco


Terminé por irme del consultorio.

Dan x Josmy (un amor policial)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora