Ouija 》 Frennie/Fonnie [PROPUESTA]

Introducción

Era el, definitivamente lo era.

Su cabello desordenado y castaño, sus labios finos, su masculina barba, sus cejas y su semblante relajado. No había duda, y aunque sólo fuera su cabeza intacta lo hacía sentir "mejor".

La tomo enfrente de todos los agentes de blanco y la beso, al final y al cabo esa cabeza un día fue su novio y prometido, el dueño de su corazón y cuerpo.

Las lágrimas brotaron y nada pudo detenerlas, el dolor era mas allá de lo humano. Mucho más allá. Salió de la sala y se encontró con su madre y tres hermanos, ellos esperaban con esperanzas que dijera que no era su querido familiar, pero Bonnie no podía mentir.

- Es el. - Dijo intentando calmar su respiración agitada y también las lágrimas. - Freddy murió... es e-....

El rostro de todos los presentes cambio, y la hermana menor del fallecido corrió mientras lloraba hacia el de cabello morado.

- ¡No! El me prometió que nunca moriría, él él él....- Sollozo mientras abrazaba al mayor, que a duras penas calmo un pelo sus lágrimas.

Por otro lado de la sala estaba la madre del fallecido, llorando descontrolada mientras era abrazada por sus otros dos hijos sobrantes, repitiendo una y otra vez "Freddy, hijo mío, mi bebé"

◆◆◆◆

Habían trascurrido dos meses desde el peor momento de su vida, y no había sido la mejor estadía en aquel departamento que una vez compartió con el castaño.

Tomó un sorbo del café que reposaba en el interior de una taza que decía " Nunca te dejaré " Eso no podía hacerle sentir peor de lo que estaba al recordar porque Freddy había chocado esa noche, fue precisamente por su culpa, el había pedido tiempo y espacio al no estar seguro si querer casarse con el o no. Freddy no lo soporto y se fue a su departamento de soltero, pero nunca llegó allá.

Se levantó del asiento que uso una vez para dibujar, y escribir distintas cosas; ya que eso era a lo que se dedicaba.

Abrió su armario y se aseguro de abrigarse, saliendo luego de minutos del departamento rumbo a una dirección desconocida.

Camino con la cabeza agachada y manos en los bolsillos, no podía dejar de pensar que la muerte de Freddy fue su culpa, que nunca debió dudar, que debió haber aceptado la propuesta del castaño de casarse el mes entrante, pero no fue así.

Una sobresaliente tienda logró llamar su atención, y claro como no hacerlo si había un joven gritando repetidamente "objetos que nadie quiere y desechan, todos a menos a mitad de precio " Bonnie decidió adentrarse en el local y buscar algo divertido u que le hiciera olvidar el dolor un tiempo, cinco minutos si era mucho pedir. Pero no encontró nada, solo basuras y más basura, pero entre todo algo logró llamar su atención; Una Ouija.

- ¿No sabes lo que es? - Una voz desconocida sonó, y miró por reflejo hacia su lado, cruzando miradas con un joven de no más de diecisiete años de cabello oscuro y un piercing bajo el labio inferior.

- ¿esto sirve? - Respondió con otra pregunta y el ajeno se encogió de hombros.

- Dicen que si, yo nunca lo he probado. Pero, un amigo dice que habló con su novia muerta a través de esto, - Comentó.

El gesto de Bonnie cambio totalmente ante las palabras del muchacho, existía algo para comunicar a los muertos, tal vez, sólo tal vez podía volver a hablar con su novio. Y decirle lo que nunca pudo, lo que jamás tuvo tiempo de decir.

- Me lo llevo, - No dudo, solo hablo. El amor y necesidad de hablar nuevamente con el castaño lo mataban, y pagaría cualquier costo por volver a hablar con el; Aunque fuera sólo a través de un tablero.

El joven extendió su mano para que le pagarán y así podría llevarse el tablero a su casa. El de pelo morado no titubeo y pagó.

Bonnie secretamente nunca había aceptado la muerte de Freddy, e jugaría a la Ouija para volver a estar con el.