DISEÑOS TONTOS

Capitulo 12

Finalmente, Luo Binghe y Shen Qingqiu estaban solos.

No hay señoras que irrumpan en momentos inoportunos, no hay invitados, no hay alfas competidores que intenten mostrar su inferioridad involuntaria, no hay niños dulces para distraer. Solo un Señor Demonio Celestial y su escoria Shizun.

Binghe quería sentirse eufórico, o al menos sentir una sensación de alegría como la que merecía por una oportunidad tan dorada de hacer lo que quisiera con el otro hombre que lo había agraviado tanto. Quería deleitarse en que podía hacer cualquier cosa; arrebatarlo para siempre, llevarlo de regreso a su palacio sin ser visto, o incluso torturarlo y matarlo allí mismo, la carnicería afuera actuaría como una tapadera perfecta o explicaría una desaparición o una muerte.

Pero en lugar de esos sentimientos que tanto deseaba experimentar, se encontró careciendo de esas emociones, sintiéndose más nervioso y fuera de control, incluso descontento con la situación.

Quizás estaba preocupado por los estragos que ocurrían fuera de la calma del santuario, los gritos desesperados de los hombres, sus gritos y los ruidos generales de lucha...

Al menos eso es lo que se dijo a sí mismo y que no estaba más preocupado por las sacudidas constantes de Shen Qingqiu cuando el marco del Omega se desplomó contra la puerta y se llevó la peor parte de los intentos frenéticos de algunos de los Alfas afuera tratando de entrar. O eso no era el rubor cada vez mayor que pintaba las mejillas de Shen Qingqiu, lo que sugería que su cuerpo estaba experimentando algún tipo de cambio hormonal que se limitaba a solo un par de cosas para un Omega.

Un empujón particularmente fuerte golpeó corporalmente a Shen Qingqiu y soltó un estrangulamiento sorprendido. Binghe se encontró corriendo para arrodillarse sobre él, con las manos a ambos lados de la cabeza empujando con fuerza contra la puerta para mantenerla cerrada. El Omega casi miró a través de él.

De todas las posiciones, pocas podrían haberlos acercado más y, aunque Shen Qingqiu no estaba expulsando su olor con la misma fuerza con la que Binghe estaba familiarizado, como cuando sus esposas Omega entraron en celo. Su olor estaba allí, y estaba cambiando, volviéndose más dulce, casi enfermizo, empalagoso. Una flor que comienza a florecer por completo.

El Señor Demonio no podía decir si su antiguo Shizun sabía que esto sucedería y por eso quería visitar el santuario solo, o si era una respuesta de estrés a los eventos del exterior, pero a pesar de que el revelador rubor rojo se extendió, casi sarpullido como en la naturaleza, rociado sobre sus mejillas y cuello, sin duda moviéndose para recorrer su cuerpo, debajo de su ropa donde yacían sus glándulas, mostrando que estaba bordeando el calor, su cuerpo preparándose y volviéndose receptivo, y aunque la expresión que él dio estaba oscuro e irritado, estaba claro que el semblante del antiguo Peak Lord se estaba deslizando, el velo se cerraba sobre su lucidez. Sus ojos estaban cada vez más desenfocados, su respiración se hacía más dificultosa a medida que tomaba más oxígeno en su torrente sanguíneo.

Binghe se chupó los dientes. esto fue malo Si bien seducir a Shen Qingqiu y tomarlo físicamente había estado en las cartas, un objetivo en parte de su plan maestro, un santuario simple que, según todos los informes, rara vez parecía patrocinado y carecía de mucho más que un simple altar y algunos quemadores de incienso y lámparas de aceite, realmente no era adecuado para una situación así en el mejor de los casos, pero especialmente no con los acontecimientos del exterior. Decididamente tampoco era lo que él quería.

A pesar de que Shen Qingqiu lo había llamado Bestia a lo largo de su vida, Luo Binghe se enorgullecía de ser todo lo contrario, de ahí que el apodo le causara tanto dolor. Desde que se presentó como un Alfa a los catorce años, siempre se había esforzado por asegurarse de ser un caballero consumado con los sexos más suaves, al menos en su mayor parte.