•Au luckity•
°-un apuesto y arrogante príncipe es víctima de una maldición por parte de una hechicera a quien niega hospitalidad : "vivirá en el cuerpo de una bestia hasta que el amor verdadero llegué a su vida"
el príncipe convertido en bestia viv...
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Un híbrido de cabra estaba viendo a el pelinegro con una sonrisa arrogante, mientras que esté lo veía con una sonrisa falsa llena de incomodidad por la presencia del otro.
J: -le quita el libro que estaba leyendo para tener atención del pelinegro-
Q: Jschlatt quieres devolverme mi libro -le dice con el seño fruncido, intentando que el chico cabra le regrese el libro-
J: no está ilustrado, que aburrido -dice mientras ojeaba el libro-
Q: Muchas personas solemos utilizar la imaginación -dice rodando los ojos-
J: Quackity ya es hora que dejes de perder tu tiempo con todos estos libros para prestar tu atención en algo más importante -dice tirando el libro por algún lado, este cayendo en un charco de lodo- a mi
El híbrido cabra volvió a verlo con esa sonrisa arrogante mientras Quackity limpiaba los restos de lodo de su libro, intentando tener paciencia con el chico de gran musculatura y no soltar un millón de insultos en el intento, en el fondo se escuchó a una multitud de jóvenes suspirando por la atención y la belleza del híbrido cabra
J: Todo el pueblo habla sobre ti, no es bueno que los chicos lindos como tú lean, eso les dará ideas, los hará pensar -dijo con asco con ese pensamiento-
Q: Jschlatt tu si que te quedaste en otra pinche época -dice aún limpiando el libro-
J: -da una risa arrogante- oh gracias calabacita dulce me halagas, que tal si vamos a la taberna, así puedas ver mis trofeos -lo toma por los hombros-
Q: que te parece en otra ocasión? -dice intentando escapar de la situación-
-que tonto es -esta loco -es tan lindo
Los tres jóvenes suspiraron por lo último dicho y Quackity rodó los ojos, el solamente quería regresar de nuevo a su hogar para continuar su lectura o ayudar en el nuevo inventó/ investigación de su padre.
Q: porfavor Jschlatt tengo que regresar a casa para ayudar a mi padre -dice mientras se alejaba de el castaño- adiós
Fundy: -se ríe- ese anciano chiflado necesita mucha ayuda
Jschlatt y Fundy comenzaron a reírse fuertemente, el pelinegro los vio con el seño fruncido y con molestia e indignación dijo
