Always at the right time დ ls [Twoshot]

Parte 2

Harry se mueve de un lado a otro en su oficina, la cual en pocas horas ya no sería suya, ya no pasará tantas horas creando nuevos diseños sumergido en este cálido espacio, ni va a entrar por aquella puerta cada mañana con un vaso de café para un largo día. Tampoco saldrá a comer con Clarie por las calles de Francia, ni tampoco saldrá a comer con regularidad con su pequeño grupo de amigos, y sí, todo eso le produce una incesante tristeza en el corazón, pero su hogar, su lugar, y todo lo que ama está en Londres, no es que no ame París, lo adora, ama el lugar y lo cálido que es, pero no se ve viviendo en este lugar toda su vida, no como en Londres y ha pasado cinco años viviendo en París, algunos años estudiando y el resto trabajó en varias cosas que han puesto su nombre en alto, más allá de ser el hijo del empresario Styles, sino por ser uno de ellos diseñadores nuevos e influyentes en la actualidad. Tiene muchas oportunidades que no necesita quedarse, simplemente tendrá que hacer algunos vuelos y podrá trabajar desde Londres, incluso sus diseños han estado en una de las mejores pasarelas de todo el mundo, así que puede darse el lujo de regresar al lugar que ama.

En tres días estará de regreso en Londres y la mudanza no ha sido fácil, llevarse una parte de su vida aquí en París a Londres ha sido un trabajo duro así como lo fue llevar toda su vida de Londres aquí, pero los cambios le han venido bien y está emocionado por regresar y estar cerca de sus amigos y familia. Por lo que no demora en empacar lo poco que le falta aquí para poder hacer el envío.

Aún tiene trabajo que hacer, pero podrá hacerlo en Londres, así como muchos contratos y demás cosas que lo ponen menos nervioso por cambios tan grandes. Cuando termina, sujeta varias cajas para llevarlas a su auto. Le toma un par de vueltas tener todo listo y lo único que le falta es despedirse de estos grandes amigos que ha conocido en la Universidad o que ha conocido a medida que el tiempo pasaba. Ellos son los únicos que saben que regresará a Londres, sus padres y amigos no están enterados de su llegada, ni siquiera Niall y Ariah, quien le confesó hace unos días que lo extrañaba demasiado y que desearía que estuviera aquí o que ella tuviera el tiempo para viajar hacia él. Se cayó todos sus planes que espera sorprenderla.

Se despide de cada uno de sus amigos con abrazos llenos de cariño y tristeza, pero esperanzados de que algún día va a regresar y visitarlo en algún momento. Harry está seguro que sus caminos van a cruzarse tantas veces que no se volverán extraños con historias detrás. Es claro que volverá, tiene varios trabajos que lo obligan a hacerlo. También hay un par de lágrimas en el camino que obstruyen su vista.

Los siguientes días pasan con rapidez, que se encuentra en Londres en poco tiempo. Ha encontrado un departamento bonito para su oficina y poder establecerse y trabajar desde su casa. Está emocionado y nadie sabe que se encuentra aquí, por lo que se toma unos días para desempacar y poner en orden su vida de nuevo. Solo es cuando ya no puede con la emoción y la inmensa necesidad de encontrarse con sus amigos que les manda mensaje preguntándoles qué hacen, cuando ellos les dicen que están en el departamento de Ariah es que agarra las llaves y maneja unos cuantos minutos hasta llegar al edificio donde vive Ariah.

Entra al elevador en el instante saludando a unas cuantas personas y aprieta el número de piso. Agradece recordarlo aún, ¿pero como olvidarlo? Es una de las cosas que recuerda. Es de esas cosas innecesarias que seguiría recordando incluso si ella ya no viviera ahí. Han pasado tanto tiempo sentados en el piso del living con pizza, snacks y hablando de la vida o pintándose las uñas. Extraña tanto eso qué es una de las primeras cosas que harán.

Se inclina tocando el timbre. No está en su mejor momento, tiene una sudadera más grande de lo acostumbrado y unos jeans desgastados, no está siendo Harry Styles vistiéndose cómo en una pasarela, solo es Harry y nada más, extrañando a sus amigos.

—¡Oh por dios, oh por dios!—chilla emocionada lanzándose a sus brazos—. Harry.

—¿Harry?

—¡Harry está aquí, Ni!—ella prácticamente le grita en el oído, pero lo único que puede hacer ahora es cerrar los brazos alrededor de su amiga—. Dios, te extrañé tantísimo.