Emily Nasly --- FNAF---

Capítulo 3

Era sábado y eso significaba que era el cumpleaños de Evan.

Tuve que suplicarle a mi madre que me dejara ir. Al principio dijo que no, pero luego de súplicas y súplicas, me dejó ir, con una condición: que si pasaba algo me fuera.

Estuvimos en silencio todo el trayecto. Hasta que llegamos a la puerta del establecimiento.

–– Ten cuidado –– me volvió a decir.
–– Mamá se cuidarme sola –– señale.
–– Ya lo sé cariño –– me mostró media sonrisa –– pero recuerda que si pasa algo...
–– Vuelvo a casa lo más rápido posible –– termine su frase.

Me despedí de ella con un beso en la mejilla.
Me baje del coche.

La verdad que nunca había estado aquí.
Mis compañeros de clases decían que este lugar era el mejor del pueblo.

La verdad que Freddy's era uno de los pocos lugares del pueblo que eran para la diversión.

Al estar enfrente de las puertas del local me pare y levante la cabeza hasta localizar el gran cartel donde ponía: FREDDY'S FRAZBEAR PIZZA.
Al lado del letrero estaba Freddy, el osos amarrilo, con chistera y una alegre pajarita mirada.

En la puerta había unos cuantos folletos de promociones y imágenes de los animatronicos.

Puse mis manos en las grandes puertas de cristal y las empuje para adentro.

Al abrirlas los gritos de los niños aumentaban. Había  cómo unos cuarenta niños y no creía que fueran del cumpleaños de Evan.

Avance esquivando niños de ocho años y algún que otro vaso tirado por el suelo.

Michael ya estaba en la fiesta. Estaba con sus otros amigos y cada unos llevaba una máscara de un animal. Michael llevaba la máscara de zorro del otro día y sus amigos llevaban la de un conejo, un pollo y un oso.

Me acerque a ellos y Michael fue el primero que se percató que ya había llegado.

–– Por fin llegas –– parecía que se alegraba de verme.
–– Hola Mike –– le salude –– hola chicos –– ellos me saludaron con la mano.
–– Mi hermano lleva preguntando por ti desde que llegamos.
–– ¿Si? –– enarque las cejas.
–– Dice el enano que no quería venir, que los monstruos iban a salir y que no estaba Emily para salvarlo –– mi nombre lo dijo un poco más marcado.
–– Pues iré a saludar al cumpleañero –– mire de soslayo para buscar a Evan.
–– Yo no iría a ver al cumpleañero –– negó Michael.
–– ¿Porque no? ––  me cruze de brazos.
–– Por qué esta al lado del escenario, llorando –– dijo el chico de la máscara de oso.
––¿Porque está llorando? –– pregunte sorprendida.
–– Por qué le dan miedo los  animatronicos –– me respondió Michael.
––¿ Y porque celebra aquí su cumpleaños? –– cada vez estaba más confundida.
–– Por mi padre.
¿Por tu padre? Le quise preguntar, pero no.

Me gite dándole la espalda al grupo y me empecé a dirigir al escenario.

En el escenario estaba el protagonista de la tarde, Freddy. Aún no estaba cantando, pero parecia estar a punto de ello.

Desde un rincón del escenario se escuchaba a un niño llorar.

Evan.

Di la vuelta al escenario y hay estaba.

Con las rodillas pegadas a la cara y temblando.

Me puse de cuclillas para poder hablar mejor con el.

–– ¿Evan? –– al escuchar mi voz, levanto la cabeza.
––¿Emily? –– sus ojos estaban rojos de tanto llorar.
–– Evan, tu hermano me a dicho que estabas llorando –– el negó, avergonzado.
–– ¿Puedo saber qué te ha pasado? –– el no me respondió al instante.
–– Los monstruos están hay –– señaló al escenario.
–– Evan ellos no son monstruos.
–– Si lo son.
–– Evan... ¿Tu hermano te ha dicho eso?.

El asintió.

––Pues te voy  a decir una cosa Evan... El único monstruo que hay en esta historia es tu hermano –– el me miró confundido –– y como tu sabes muy bien, en los cuentos el héroe acaba con el monstruo –– me fui levantando –– así que levanta y ven conmigo a ver los animatronicos, que ellos no son los monstruos.

Evan se lo pensó, pero al final de levantó del suelo, agarró su peluche y agarrado de mi mano fuimos delante de los dos animatronicos.

Parecía que Freddy empezaba a cantar.
Al empezar la canción supe de inmediato cuál era.

HIDDEN IN THE SAND

Su ritmo era pegadizo.

Al escuchar la canción recordé que tenía que darle su regalo.

––Toma Evan –– le di la bolsa donde se hallaba su regalo –– FELIZ CUMPLEAÑOS, EVAN.

Evan saco de la bolsa su regalo, sin envolver y sonrió al verlo.
––Me encanta –– abrazo con fuerza el conejo de peluche que le había regalado.

––Evan voy a por un trozo de pizza, ahora vuelvo –– me dirigí  a una de las mesas con pizza.

Al volver a donde estaba Evan, vi que Michael y sus amigos estaban al rededor de él.

–– Parece que al enano ya no le dan miedo los animatronicos –– escuche decir a Michael.
-Michael déjalo - le dije.
–– Emi, mira por donde, me vienes muy bien –– me agarró de los hombros y me colocó a su lado.
––¿Qué pretendes?.
–– Le voy a devolver el miedo que le has quitado –– al decir eso, agarró a Evan y fue directo a Freddy.
–– Michael si vas a hacer lo que yo creo, no lo hagas –– el no me izo caso.

Evan daba patadas al aire, pero no podía escapar de los brazos de su hermano mayor.

Habrio la boca de Freddy y metio la cabeza de su hermano en la boca del oso animatronico.

Evan seguía dando patadas al aire y manotazos, pero no podía escapar.

Iba a ayudarlo, pero Michael me agarró del brazo y no me dejó acercarme a él.

–– Michael déjame ayudarlo –– le pedí.
––No –– me miró a los ojos, y su mirada se me izo conocida, sus ojos azules se volvieron más oscuros.

–– Deja de ser tan Aguafiestas, Emi –– me sonrió maliciosamente.
–– No creo que se buena idea que este mucho tiempo hay –– intente deshacerme de su agarre pero cada vez me agarraba más fuerte.
–– No le pasara nada –– al decir eso se escucho un crujido y los dos dirigimos la mirada al animatronico. Evan dejo de patalear y un chorro de sangre salió de la boca de los animatronicos.

Los amigos de Michael se empezaron a dar pasos hacia atras y correr a la salida.

No se tardo mucho en escuchar gritos de personas escandalizadas por lo ocurrido.

Evan no se movía y de la boca de Freddy salía mucha sangre.

–– ¿Evan? –– me soltó y se dirigió al animatronico.
No sabía que hacer, la gente gritaba y corria de un lado a otro.
Michael se giro a mirarme y vi en su mirada la misma mirada que me dio su padre el día que lo conocí, una mirada tétrica y que desechaba locura.
–– Emily... –– no le escuche, salí corriendo del local.

Se escuchaba como me llamaba, pero yo no iba a girarme.