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Estaba viviendo con Nylah dentro de poco me tenía que ir de aquí ya que me andaban cazando los de Azgeda y todos los clanes, por todos sitios me llamaban Frayheda comandante del infierno, se corrio el rumor de que quién llegara a tomar mi vida tendria el poder de Frayheda.

-Nylah sabes que me tengo que ir de aquí, tarde o temprano- hable con un semblante triste en mi rostro.
-Ya, estamos muy cerca de Azge- paro de hablar cuando entraron dos siniestros hombres, yo me fui rápidamente a simular que estaba haciendo algo.

-Tienes algo que ofrecer?- dijo Nylah en su idioma.
- Te he hecho una pregunta- volvio a hablar, ya que uno de los hombres no paraba de avanzar hacía mí y no respondia. Me empecé a poner muy tensa en este momento.

-Has visto a esta chica?- aquel hombre enseño un supuesto dibujo que probablemente era mío.
-Estuvo aquí hace dos días, iba al norte siguiendo el paso de edén-.
-La nación del hielo, hay que darse prisa- dijo uno de aquellos terrestres de la nación del hielo.
-Gracias has sido de mucha ayuda- uno de ellos se giro a observarme hicimos contacto visual por 2 segundos y baje mi mirada rápidamente hacia abajo.

Me desperté a altas horas de la noche Nylah estaba durmiendo plácidamente mientras que yo estaba recogiendo mi mochila con todo tipo de armas que pueda encontrar tenía una M4 del arca, me quedaban solo dos cartuchos pero me sería de mucha ayuda, acabe de recoger y salí del lugar silenciosamente. Llevaba caminando aproximadamente dos horas cuando sentí que alguien me seguía hasta que me atacó, saque una daga de mi muslo, le hice una llave y se cayó al suelo. Era un terrestre bastante fornido y grande no fue tarea fácil derribarlo.
-Quien eres?!- le grite amenazandole con la daga en el cuello.
Se logró librar fácilmente y sentí un golpe en la cabeza la única frase que logre oír antes de empezar a ver todo negro
vaya vaya si es Freyheda

Me desperté en un tipo de hangar o prisión bajo tierra, vi a un hombre entre las sombras, intenté zafarme de las cuerdas entre mis muñecas pero no pude.
- y te haces llamar la comandante del infierno- dijo riendo
-no soy nadie- rodee los ojos
-pues hay muchos ahí fuera buscando a nadie- solto una sonrisa de lado que casi no se notaba.
-Es evidente que no le eres leal a azgeda, porque quieres llevarme ahi, mi pueblo puede ofrecerte más- dije en mi idioma natal.
-Lo dudo y más por alguien que los abandono- dijo vacilante
-Tú no sabes nada sobre mí-
-Escogiste el rumbo de los cobardes-
-No somos tan distintos- le dije, ni cinco minutos hablando y ya me estaba hartando de este terrestre.

Paso un buen rato hasta que escuche a alguien entrar en el hangar, lentamente se iba revelando a mí y era Bellamy.
-Bellamy!- intento ayudarme a ir de ese lugar hasta que lo atacó el terrestre.
-NO!- estaba apunto de matarlo tenía el filo de su espada en el cuello.
-Dejalo vivir porfavor, no lo mates, te lo ruego!- dije casi llorando, el terrestre se quedo observandome unos segundos hasta que finalmente quito la espada de su cuello.
-Gracias- hasta que lo apuñaló en la pierna y le dio un golpe en el rostro.
-JODER!- le grite al terrestre.
-No nos sigas- le amenazo a Bellamy.

Me puso una bolsa en la cabeza y me llevo fuera de ese hangar me sentia lo bastante débil para pelear con este tipo. No sabía a dónde nos dirigíamos hasta que escuche varias voces de personas y logre saber donde estábamos.

En polis
Subimos a la gran torre y el cabron me quito la bolsa de la cabeza mientras estábamos en el elevador, estaba muy sumida en mis pensamientos me gire a verle, el terrestre tenia un aura muy extraña, tenia esos míticos ojos azules muy penetrantes y su mirada era intimidante y su estatura y tamaño lo aumentaban, en su rostro tenía las marcas de azgeda, que mierda hago observandole Atenea porfavor es tu enemigo y secuestrador, me dije a mi misma, se dio cuenta que lo estaba mirando y rápidamente gire mi cara -Que miras tanto? Acaso te gusto- dijo en su idioma soltando una corta carcajada.
-En tus sueños- le conteste con un rostro muy serio, estaba avergonzada.
Llegamos a la planta 100 y fui caminando con el terrestre con el que ni sabía aún su nombre, los guardias abrieron la puerta mostrando a Lexa en el trono.

-Hola Atenea- saludo con tranquilidad acercándose a mí.
-Traidora- todos los presentes hicieron cara de sorprendidos, nunca le perdonaría a lexa lo que nos hizo en el monte weather a nuestra gente.
Lexa se acerco a mi -Lo siento mucho- yo le escupi en la cara y empecé a gritarle varias atrocidades -GUARDIAS!- me agarraron de las manos y me empezaron a arrastrar -Llévense al príncipe Roan y a Frayheda a las celdas- ordeno -Teníamos un trato- le hablo a Lexa aquel terrestre o mejor dicho príncipe Roan, creo que lexa no cumplió tampoco su palabra. Y así fue, los guardias nos llevaron a las celdas.
-Vaya ahora estamos encerrados los dos- me rei soltando una carcajada mientras estábamos en una celda.

ᴀᴛᴇɴᴇᴀ || 𝐑𝐨𝐚𝐧 𝐤𝐨𝐦 𝐀𝐳𝐠𝐞𝐝𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora