❝ Solo recuerdos ❞ ━ 𝐒𝐇𝐔𝐍𝐓𝐀𝐑𝐎 𝐂𝐇𝐈𝐒𝐇𝐈𝐘𝐀

04.

Dió un vistazo a la habitación, odiaba estar en cama sin poder hacer nada. Minutos atrás, Kuina, Usagi y Arisu le habían estado insistiendo en que se quedara en la cama.

―Parecían bien desesperados.― Se dijo a sí misma. ―Ugh, ni que me hubiera roto algo para evitar que camine.― Quitó las sábanas de sus piernas y se levantó.

Una vez salió de la habitación se dirigió al comedor, tal vez encontraría algo para comer, pues tenía hambre de estar la mitad del día acostada.
Cuando llegó buscó algo que fuera de su agrado, en cuanto lo encontró se dió la vuelta, pero antes de empezar a caminar se asustó por la persona que estaba parada detrás de ella.

―Maldición, me asustaste.― Se agachó para recoger algunas cosas que se le habían caído.

―¿No deberías estar reposando?― Preguntó el chico, ignorando lo que la contraria había dicho.

―Ah, eso.― Lo miró. ―Estoy bien, no necesito reposar.― Habló, sentandose en una silla que estaba cerca.

El chico se sentó delante de ella, cosa que la chica miró con extrañes.

―¿No tienes cosas que hacer?― Preguntó, comiendo aquel dulce que se había vuelto su favorito.

―¿Cómo qué?― El chico tomó un dulce, llevándose una mirada de enojo por parte de la chica.

―No lo sé, ir por ahí manipulando gente para que te ayuden con tu plan.― Siguió comiendo, quería golpear al contrario por haberle robado un dulce, pero se contendría.

―Eres de llevarte por las primeras impresiones, ¿no?― Miró a la chica, la cuál seguía comiendo como si nada.

―No, es solo que me das la pinta de ser así.― Volvió a comer. ―Pero yo no juzgo, cada quién hace lo que quiera.― Miró al chico y le sonrió.

―Si quieres salir de aquí, ¿por qué no me quieres ayudar?― Le preguntó.

―Como te dije la otra vez.― Tomó el último dulce. ―No soy Arisu ni Usagi, puedo estar desesperada por salir, pero nunca caeré en una manipulación tan básica como esa.― Dejó el dulce delante del chico y comenzó a caminar para salir de la sala.

Una vez salió suspiró. El chico en serio no se rendía a tenerla comiendo de la palma de su mano. Miró hacía otro lado con disgusto, realmente había pensado en que era diferente a como se mostraba por lo que le había dicho aquella vez, no obstante era igual que como se había mostrado en ella en un principio; alguien manipulador que utiliza a los demás solo para obtener lo que quiere. Básicamente, alguien a quien no le gustaba mancharse las manos.

Abrió la puerta de su habitación, había conseguido lo que quería por lo que ahora volvería a la cama para dormir un poco.

―¡(A)!― Se asustó ante el llamado de Usagi. ―Te dijimos que te quedaras en la cama.― Tomó los hombros de la chica.