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Mi mamá fuera de la cárcel, Quintanilla libre después de haberlo salvado de Briseida, mí hija en el rancho, ¿que podía estar mal? y si, había algo que estaba mal: LA RECUPERACIÓN DE SALVADOR

después de unos días que Salvador estuvo en el hospital por la explosión de Medio kilo de merca en su estómago volvió al rancho, pero había un solo problema: Iba a ser drogadicto involuntariamente.

mí mamá estaba destruida por lo mal que estaba Salvador y yo también.

me presento: mí nombre es Valentina Acero Aguilar, tengo 22 años, soy hija de Sara Aguilar Acero, soy parte del cártel de jalisco, soy jefa del cártel de jalisco junto a mí padrino quintanilla y junto a mí mamá. tengo una hija de 4 años, dirían que es hermoso y si, mí hija es hermosa, ojos verdes como los de mí mamá y los míos pero el problema es: que mí hija sea hija de la mano derecha de la jefa del cártel de Cali.

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un día soleado en el rancho, me levanté y vi la hora en el reloj: 08:30 AM

mi hija al lado mío todavía durmiendo y yo mirando al techo pensando en toda la guerra que se nos venia. después de que la gente del cártel de Tijuana cayó al rancho con hombres armados hasta los dientes, llevándose por delante a la mamá del Gallo quintanilla y hombres nuestros, todos teníamos una cosa en claro: Se nos iba a venir una guerra y nada linda.

claramente que no nos vamos a quedar de brazos cruzados esperando la muerte de cada uno de nosotros pero la falta de hombres, dinero, merca y armas nos jugaba muy en contra. un punto más para el cártel de Tijuana.

mi hija se levantó y me dio un beso en la cabeza.

-hola, mami -dijo oli y la mire.

-hola, hija. -dije y le di un beso en la cabeza.

hablé con mí hija un poco más y nos levantamos para cambiarnos.

yo me puse una camisa, un jean negro y unos zapatos (multimedia) y mí hija se puso una remera negra, un short negro, una camperita blanca y unas zapatillas (multimedia)

agarre mí arma (multimedia) y fuimos al living.

-¡Buenos días, jalisco! -dije yendo a saludar a mí padrino.

estaban Manuel, Sara, Erick, Josefina, Quintanilla, Aracely y Miriam sentados en la gran mesa.

-estamos acá para hablar sobre el business (negocio) -dijo Sara.

-¿más problemas de los que tenemos? -dije saludando a Manuel.

me dirigí a mí mamá y la abrace, fui y me senté al lado de quintanilla.

—anda a la habitación, olivia. -dije y oli se fue.

—Tenemos que rearmarmos, organizarnos y reclutar más seguridad para evitar otro ataque como el de la semana pasada.
—comento Sara.

—Todavia le debemos mucho dinero a los guaruras, en cambio, el gordito y sus secuaces tienen todo un ejército. no, ese cabron del Teca Martínez se hizo de mucho poder en estos últimos cinco años por eso nos ha costado tanto trabajo levantar el cártel —respondio quintanilla.

—es que ese pichurria no solamente controla la ruta de distribución de tres continentes, si no, que además, es invisible, pues. —añadio Manuel.

— Si hermano, el Teca dizque el hombre más buscado del mundo y parece que lo buscan sin ganas de encontrarlo, el y sus matones tienen el mundo entero contra la pared, Sara el mundo tiembla con el cártel de Tijuana. —hablo Miriam.

— Pues, no, no voy a tener miedo, eso es lo que busca el Teca. ¡hay que actuar señores! enfrentarnos con la misma fuerza —dijo Sara.

— No te quiero tronar el globito ahijada, pero la bala que ha de matar al Teca Martínez, todavía no ha sido fundida.

— El que se quiere ir ahorita, adelante, la puerta está abierta, sin broncas no reclamos —dijo Sara y la tensión se hizo presente en el ambiente.

— Lo que si no quiero es gente que crea que la tenemos pérdida antes de empezar. —dije y llame la atención de todos.

— Necesitamos Villegas, mucho billete, y Sara tiene la solución —comento Manuel y mire atenta a mí mamá.

—hay cuatro toneladas de droga que están esperando a ser colocadas, en las próximas horas yo creo que podemos...

— bueno, a ver, a ver, señora acero yo no sé a ti quien te nombró secretaria de este cártel, te voy a decir una cosa: a mí eso me tiene sin cuidado, si aquí mí tío te tiene ley, es por qué a pesar de ser un capo pesado, es un güey blando en el fondo, pero yo no, yo soy de cuero duro, ¡yo no creo en viejas metidas en negocios de hombres! todo lo enredan, mija —dijo el gallo y lo mire incrédula.

- a ver, gallito, te calmas, no estamos para tus jaladas de machito, ¡eh! estamos en guerra y la guerra, es contra ellos no entre nosotros, como diría mí parcerito Manuel, manejando el relax —dije.

— Te vas más calmando, ¿Oíste? ¿A vos quien te dijo que le podías hablar así a la mamacita, eh? —dijo Manuel enojado.

𝑺𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝑨𝒄𝒆𝒓𝒐 -𝑮𝒂𝒍𝒍𝒐 𝑸𝒖𝒊𝒏𝒕𝒂𝒏𝒊𝒍𝒍𝒂 (𝑺𝒓𝒂 𝑨𝒄𝒆𝒓𝒐)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora