Capítulo Dos.

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Comeme tierra, era lo único en lo que yo pensaba.

Este chico tan bello, estaba aquí delante de mi.

Sentí esa alarma que me dió mi subconsciente diciéndome:

-Es clase de educación física.

Sí... Tampoco es que sea tan bruta, educación física, es una materia de educación física y...

Odio hacer deporte. Prefiero hacer medio libro de los ejercicios de baldor.

Matemáticas, te amo. Educación física, muerete.

Pero es que Max es tan lindo.
Concentrate, Laura María.

La profesora comenzó con lo habitual "Recordarnos lo buena que era en educación física y lo mucho que le gustaba, bla, bla, bla.." Si tan buena es que lo pruebe, porque nunca la he visto haciendo nada. Luego viene lo malo.. El ejercicio, Max estaba tan concentrado en la profesora que ignoraba todas las miradas de TODAS las chicas.

Aunque me pregunto como se verá ese hermoso cuerpo haciendo ejercicio, como si me leyera el pensamiento, me miró y yo me quedé piedra, joder el ejercicio no había empezado y mi presión cardíaca iba por los aires.

Sólo concentrate María Laura, tú puedes.

—Hoy empezaremos con algo diferente. Serán 35 cuclillas.

Todo el mundo protestó...Margarita, la profesora, cada vez está más loca.

—Laura Maria, empezamos contigo.

Solté una gran carcajada. Todos me miraban y yo dije:

—Perrdone, profe Marga, puede continuar... Pensé que me había llamado,nada con importancia.

El curso entero solto una larga carcajada.

La profesora me enarcó una ceja y me dijo:
—Posición a la cuenta de 1...

Joder,me temblaban las piernas en la 16.

—Max, ayudala—dijo, Margarita.

Ahora si que me da de verdad.. Max viene y me mira.. Por lo menos ahora puedo temblar y el no se dara cuenta, imaginara que es por el ejercicio. No todos los días tengo a un chico guapo, ayudándome.

Se me acercó y comenzó a contar, sin dejar de mirarme:
-16, 17, 18... 23, sube más..

Tan sexy que es su voz, no se de donde saco fuerzas pero continuo. Por segundos tiene la mirada fija en mi, luego la aparta.

Sin una queja, lo logré.Hice mis 35 cuclillas, Maxx me dijo:

-Bien hecho, tomatito. Choca esos 5.

Le dejé la mano en el aire. El un poco avergonzado la apartó lentamente.

—¿Toma qué?—le dije.

—Estas igual de roja que la vez, que me acosaste en el baño—me dijo.

Eso me dolió y no hizo mas que encender el rojo.

—Si... Cla-claro—le dije. Y para no dejar mi dignidad en él suelo,añado—No te estaba acosando.

Caminé rápido para ir a beber agua, él liquido frío baja por mi garganta y siento tanta satisfacción que cierro los ojos.

Cuando los abro, pasa él momento mágico y decido continuar con la clase.

Max, estaba ayudando a las demás, ellas fingían no saber hacerlo solo para observar(admirar) cómo el lo hacía, la boca se le ponía roja, mientras más ejercicio hacía pero no temblaba ni se tambaleaba, ese cuerpo es atlético.

Todas las chicas lo miraban. Y como no hacerlo, está tan bueno.
Miradas por aquí y por allá en eso se basó la clase de educación física, Max se dió cuenta que todas lo miraban así que decidió no mostrar más, cosa que todas lamentamos.

La clase ya había finalizado y Max seguía en la boca de todas.

Urgen tipos que se vean bien, en esta preparatoria. O será que todas estamos muy necesitadas.

Fácil pero complicadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora