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Error se encontraba en aquel bar, un tanto melancólico, amaba el olor del cigarrillo y el sabor que provocaba al estar entre sus labios, esta vez estaba fuera de su zona de Confort, el alcohol no era su mejor aliado, pero lo necesitaba, aquella noche se olvidaría de todo. 

–Ruru, ¿Paso algo con Nightmare? Es raro verte en un lugar como este.– Solo había una persona que seguía usando aquel apodo tan ridículo.

Como si fuera poco frente a Error ahora estaba alguien a quien no podía etiquetar como un amigo o enemigo.

–Ink...–

Ink Comyet, un excompañero universitario declarado completamente homosexual que al saber de la relación que mantenía con Nightmare como pareja no dudó en aquel entonces hacer el movimiento para colarse entre los dos.

Ink sonrió, sus manos estaban completamente tatuadas, en realidad era más apuesto de lo que Error recordaba. Tal vez... Solo tal vez aquella noche sería divertida.

–Error–

Las cosas se había puesto un poco peligrosas ambos se encontraban dentro de un cubículo del baño de aquel escandaloso lugar. Ink besaba el cuello del azabache. El cual sin pensarlo desabrochaba los pantalones de su compañero. Después de unos minutos de caricias mutuas. Ink se había detenido por completo y Error se percató de ello.

–¿Estás llorando?–Era cierto la mejillas de Error estaban empapadas de lágrimas y se asombró por el suceso.

–Error... ¿Estás conciente de que no soy Nightmare?– Lo sabía, desde el momento que entró en aquel lugar con él tenía entendido que era otro hombre al que no amaba.– Mi entrepierna no es la de él, y si te penetro, estarás siendo penetrado por otro hombre.–

–¡Cállate!– El grito del azabache le sorprendió, sonrió descaradamente. Su teléfono vibró y supo que era hora de salir de allí.

–Alguien a venido por tí, debo irme.– Ink salió del baño seguido por el mayor un poco desconcertado.

Un fuerte golpe se oyó a lo lejos, segundos fueron los que pasaron cuando se topó con aquella cara agitada, enrojecida y llena de sudor.

Nightmare estaba en aquel lugar, Error ya no entendía nada. El moreno observó la escena, los tallados pantaloncillos del azabache estaban desabrochados y su cabellos estaba alborotado.

Nightmare apretó los dientes y dirigió una mirada asesina hacia el tatuado.

–Desaparece– Fue lo único que dijo.

–Nightmare, tú eres el único al que mi cuerpo desea–

–¡Desaparece maldita sea, antes de que te mate!–

–Lamento no serte de ayuda Error, pero no creo que entre ambos pasivos seamos capaces de complementarnos.– Fue lo último que argumento Ink antes de retirarse.

Nightmare puso seguro antes de dirigirse ante el heterocromatico.

–Tu...– Sostuvo la mirada.– ¿No vas a decirme que no es lo que pienso?–interrogó el moreno, Error bajo la cabeza avergonzado.

–¡Maldita sea, Error!– El moreno le acorraló ante la pared y sus marcados brazos.– ¿En qué estabas pensando?–

Silencio.

–Contéstame, maldición.–

–Yo... No lo sé.– Se desplomó en lágrimas.– No lo sé, Night.–

El pelinegro levantó el mentón del azabache y plantó un beso sobre los labios rosas de él, Error sintió el cielo y el infierno en ese mismo instante, habían pasado semanas en donde el moreno no le había puesto atención.

El beso de torno más salvaje y el que lo corto de un golpe fue Nightmare, dejando a Error respirando fuerte y completamente acalorado.

–¿Por qué volviste? ¿Por qué te alejas te? No debiste besarme, solo necesitabas desaparecer, quédate con ella, es hermosa además sus ojos son maravillosos, te gustan las cosas peculiares, ¿no es así?– Señalando sus marcas que caen desde sus ojos hasta sus mejillas .–

–¿De qué mierda hablas? ¿Dust? No menciones a una mujer cuando estés conmigo, ¿Por qué te besé? Eres mi novio, joder.–

–Lo entenderé, estoy preparado para este momento.–

–¿Preparado para que? No quiero que te prepares para nada, deja de decir cosas raras.– Nightmare le tomó de los hombros.

–Nightmare...–Error medito su pregunta.–¿Me sigues amando?–

Nightmare retrocedió un poco sin darse cuenta, estaba sorprendido por la pregunta, ¿Por qué pensaba eso?

–Yo nunca te he dejado de amar, estúpido.–

–¿Entonces porque te alejas? Ni siquiera te tomas las molestias de voltearme a ver, no contestas mis llamadas. Si mi cuerpo ya no te complace, lo entenderé... Solo debes decírmelo.–

Nightmare refunfuño, sabía que la idea de Dust era estúpida.

Azotó el cuerpo de Error contra la pared debilitandolo y aprovecho la oportunidad para tomarlo de los brazos solo para después colocarlo sobre aquel lavabo y posicionarse detrás.

–Justo ahora estoy excitado, y el culpable eres tú y eso incluye el deseo que tengo de poseer tú cuerpo.–

Error se observó en aquel gran espejo, su cara estaba roja y sus ojos no paraban de desterrar lágrimas.

–¿Entiendes lo que tu cuerpo ocasiona en el mío, Error?– Nightmare hizo presión sobre las caderas de su compañero, Error sintió la abultada erección del moreno sobresaltándose un poco.

–Nighty...–Error alzó su mirada y se percató del leve sonrojo en las mejillas del pelinegro.

–Cállate– Tiro del cabello del azabache, ocasionando una mueca de dolor en el contrario. –¿Ésto te excita, mi pequeño pervertido?–

Nightmare escabulló su mano libre dentro de los pantalones de Error, tocó su miembro y deslizó sus dedos lentamente sobre el. Se dio su tiempo para jugarlo, apretando su erección más contra él.

-Nightmare... Yo...-

-Aun no, primero ve la estúpida cara qué haces con tan solo ser tocado.- Error observó con cuidado la mirada lasciva que mantenía en su rostro y se sobresalto al verse en aquel estado tan patético.

-¡No! ¡Nightmare, suéltame maldito!- Intento sacarse del agarre sin éxito.

Ahora Nightmare deslizó su mano hacia la parte trasera acariciando delicadamente aquella piel, e introdujo el primer dedo sobre la entrada de su compañero.

-N... No-

Golpes, alguien tocaba la puerta con desesperación.

–¿Nightmare?–

–Mierda, vayamos a casa. Tengo algo preparado para ti.–Sonrió.

Era un poco confuso lo que acababa de ocurrir, docenas de sensaciones recorrían por todo el ser del azabache, no sabía que ocurriría y no sabía cómo enfrentaría lo que fuese a venir. Lo único que sabía es que amaba y odiaba a aquel hombre con tal rareza en el color de sus ojos, el azul siempre fue su color favorito.

Nótame || NightErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora