C A P I T U L O 5

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Después de estar cinco horas entrenando mi cuerpo comenzó a pedirme comida, me toque la panza como reflejo por la sensación, a veces me sorprendía demasiado que siendo ahora lo que soy pueda sentir este tipo de cosas tan humanas. Decidí ir al comedor cuando llegue le pedí a Athena la AI de la base que prepara algo para mi, me recargue a un lado de la barra de la cocina esperando mi cena.

- Vamos nena, tienes que comer algo, veras que te sentirás mejor.- Oí a McCree entrando al comedor, levante mi mirada pero me quede pasmado por la apariencia de _____ su cabello se había apagado, su cabello de fuego había regresado a su color natural, un castaño. Su mirada se encontró con la mía, peros sus ojos no duraron mucho sobre mi, ella solo fue directo  a sentarse a una de las mesas del comedor. 

- ¡Viejo, ¿Qué haces aquí?.- McCree cambio su dirección hacia mi.

- Me dio hambre.- dije saludándolo.

- Me alegra oír eso, jaja. Perdón por  no ir al entrenamiento.

Dude un poco antes de hablar, pero decidí preguntar por ella.

- ¿Ella esta bien?.- dije ladeando levemente mi cabeza hacia su dirección.

- Dentro de lo que cabe... si, pero es evidente que esta molesta.

Nuestra conversación se interrumpe por la voz de Reyes proveniente de los megáfonos de la instalación, lo que me parece divertido ya que  McCree solo se dedica a quejarse.

- ¡Vamos!, no puede ser no he comido en todo el día.- dice apretando con sus manos su cinturón, termina por quejarse y vuelve a mi.

- ¿Puedes llevarle a _____ la comida?, puedes ser social por un rato.- Sin embargo mi expresion no pareció agradarle.

- Me tengo que ir, por favor trata la bien, Genji. 

McCree después de eso salió del comedor, mientras que de los megáfonos salía la voz de Reyes mas estresada de lo normal. Espere por mi comida para compartirla con ella, si hacia falta podría pedir otra bandeja de comida. Camine hacia su mesa, coloque la bandeja enfrente de ella lo que hizo que levantara su mirada para verme a mi y luego a la comida, decidí sentarme quedando enfrente de ella.

- No tengo hambre, puedes comer eso tu.- Me dijo volviendo a recostarse en la mesa.

- McCree no parara de molestarnos si no comes.- le dije con un tono insistente. Ella levanto su mirada de nuevo, resultaba un tanto apagada, pero su ojo seguía brillando como de costumbre, después de unos segundos ella empezó a probar la cena. 

- Esta bueno... Dijo soltando un tono de consolación, mas para si misma que para mi. Nos quedamos unos minutos en silencio, solo la observaba comer pequeñas cucharas media vacías de la comida, al final decidí ceder ante el hormigueo que recorría mi corazón.

- Perdóname por lo que paso ayer, y por tu ojo, en el campo no mido mis golpes.- Dije con sinceridad, no quite mi mirada de ella, solo esperaba cualquier reacción de su parte, fueron unos segundos en silencio en el que ella me observaba entre bajar su mirada y verme ella hablo.

- Esta bien, no tienes por que disculparte conmigo, al contrario discúlpame, perdona por decir esas cosas y... actuar tan pertinente, es un poco vergonzoso.- sus manos dejaron los cubiertos a un lado para juntarse, parecía nerviosa, ella mi miro pero al instante salto en un gesto de sorpresa, vi como rebuscaba entre sus bolsillos, un brillo color de plata se hizo presente, mis ojos se abrieron. Era mi shuriken

- Perdona por quitártelo, la verdad es que, es un shuriken precioso.- dijo comenzando a alzar su mano para dármelo, lo tome con lentitud, a su vez lo examine para después mirarla y darle las gracias. Lo guarde en mi muñeca junto a los demás shuriken's

- ¡Waaa, puedes guardarlos en tu brazo!, eres bastante asombroso, ¿Cómo es que funcionas?.- Su repentino interés me asombro a la par que me hacia sentir un poco de pena, su mirada parecía implorar respuestas.

 - No lo se, Angela me reconstruyo, yo solo conozco las funciones de las que es capaz mi cuerpo.- dije intentando no sonar agobiado, hablar de mi cuerpo metálico no es algo que me gustara.

- Puedo ver tu brazo,.- insistió apuntando mi brazo derecho, en donde se encontraban los shuriken, la mire, cuestionándome porque solo ella había tenido el interés o el descaro de decirme estas cosas. Desde que llegue a O.w. nadie a tratado de preguntarme algo mas que Angela sobre mi cuerpo robótico, a pesar de haberme apoyado, de darme un hogar y ser tan amables conmigo, aun sentía sus miradas de lastima en mi, me pesaban, pesaban en lo que quedaba de mi alma y su silencio a pesar de saber lo que paso, como si no hubiera sido humano entero de carne y hueso me sofocaban.

Decidí ceder ante su petición, mas por la curiosidad de ese comportamiento distinto, algo diferente en los demás, extendí mi brazo por la mesa, ella lo tomo mi brazo entre sus manos con cuidado, como si se fuera a romper mi brazo al ligero toque de ella en algún momento, sus manos bajaron volteando mi palma para examinar cuidadosamente mis dedos hechos de puro metal, levante mi mirada para ver su rostro, a pesar de estar oculta entre su cabello alborotado sus único ojo reflejaba asombro, me desconcertaba tanto que un sentimiento se pudiera reflejar a través de algo puramente mecánico, como lograba ella transmitir eso, si algo tan puro como los ojos estaban convertidos en metales. Ella siguió investigando mi brazo, hasta lograr abrir mi compartimiento manualmente, lo cual me hizo sobresaltar dirigiendo mi vista hacia mi brazo.

- ¿Cómo hiciste eso?.- pregunte algo inquieto. Ella me miro por unos segundos desconcertada.

- ¿No es así como lo abres siempre?

- No... yo solo pienso en abrirlo y se abre.- dije mientras retiraba mi brazo para mostrarle cerrando el compartimiento.- Ves...

- ¿Entonces tu cuerpo esta conectado con tu sistema nervioso?, ¿Cómo es que puedes manejar tu parte robótica con la orgánica, con respuestas totalmente naturales? es increíble, había visto gente que abandonaba por completo su cuerpo orgánico para lograr algo así... lo siento hable demasiado, es solo que, eres muy impresionante, Genji.- Su voz se oía claramente avergonzada, pero el único a avergonzado por su interés y entusiasmo era yo, mi rostro se sentía caliente, estaba enrojecido.

- No es problema, solo... No me gusta mucho hablar de mi cuerpo robótico, no es... Algo que yo haya deseado.- dije intentando mantener estable mi voz.

- Oh... Entiendo, lo siento si te incomode, de verdad, pero comprendo yo tampoco pedí tener estos ojos... Bueno ojos, jaja.- soltó mientras soltaba una pequeña risa por la situación, me pareció algo lindo. Quería decirle algo sobre su cabello pero la voz de Reyes en el megáfono intervino en nuestra conversación.

- ¡______!, Tu ojos llegaron. Ve con Moira para que te los instale. Gire hacia su mirada mientras ella solo soltaba un suspiro. Me miró por un momento y yo hacia ella, esperando a oír de su voz.

- ¿Quieres venir conmigo?, Sería agradable tener compañía... Sin contar con Moira.- Se levanto dándome una leve sonrisa, pero podía notar un poco de su sufrimiento.

- Claro, te acompaño, solo espérame un momento dejaré la bandeja en la barra.

Deje la bandeja en la barra de la cocina, ____ me esperaba en la puerta del comedor, sali junto a ella hacia el laboratorio.









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