Naranja Agria

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Si se ponía a analizar con detenimiento toda su existencia; sabría que estaba jodido, ya sea para bien o para mal. Pero sinceramente tampoco se iba a deprimir por ello, solamente se iba a poner feliz por su hermano que había logrado después de un año de coquetear con Suna, un año en que ambos esperaban conocerse lo suficiente como para formalizar algo.

Aún así sentía algo de envidia por su hermano. Osamu ya había conseguido encontrar a su alma gemela, media naranja o amor de su vida, como le quieran llamar, mientras él se quedaba viendo como ambos felices se besaban con insistencia frente a él.

—Si buenas… yo sigo aquí — rompió aquel momento de los amantes —. Pobre Atsumu, le han roto el corazón y no hay nadie que lo ame ahora. —

Si bien solamente quería exagerar y que la parejita parase, todo lo que dijo era real; Hinata Shoyo quién por largos años fue el amor de su vida y consideraba su alma gemela, o al menos eso era lo que él pensaba, le había dejado por Kageyama Tobio, un chico x que conoció en una fiesta x. Y ahora le había roto el corazón con una simple rechazo, cruel y penetrante, "terminemos, ya no me gustas… bueno a decir verdad no me gustaste nunca…pero simplemente quería decirte que estos años fueron lindos; fuiste un buen novio y estaba empezando sentir algo… el problema fue que, él llegó y se que es el amor de mi vida. Perdón Atsumu."

—Entonces vete de aquí — mandó Osamu mientras volvía a besar a Rintarou que lo miró con pena negando.

—Que traición. — se dijo mientras subía las escaleras mirando su celular, Hinata había subido fotos de Kageyama y él diciendo que eran la media naranja del otro. Una notificación le llegó y su celular se actualizó solito, Kodzuken habían subido una foto de anillos de matrimonio y unas manos entrelazadas —Que lindo debe ser encontrar tu media naranja desde la infancia.

Kodzuken, o Kozume Kenma para los que lo conozcan personalmente; era un streamer famoso, y suertudo diría él. Kenma había conocido a su mejor amigo de la infancia, Kuroo Tetsurou quién desde que se conocían sabían que eran el amor de la vida del menor; allí en aquel azabache de sonrisa gatuna había encontrado a su alma gemela. Lo envidiaba también. Ahora que lo recuerda, una vez había escuchado que conoces a tu alma gemela, el amor de tu vida y tu mundo antes de los 16 años; él era el claro ejemplo de que no era así, y Kenma el claro ejemplo de que si existía tal suerte.

—Demonios, — chistó molesto mientras veía que Kozume le escribía diciendo que lo invitaba a su despedida de soltero. —perra vida. ¿Por qué a mi?

Y a lo mejor que se encontraba a alguien, dijo la vocecita del positivismo en su cabecita resonando en un eco interminable hasta que el negativismo cortó el dulce pensamiento; y sí ¿Hinata estuviera allí?
Recuerda vagamente que al estar con Hinata, este le había dicho que conocía a Kozume quien pensaba era como su hermano, su mejor amigo. Bufó molesto y dedicándose a pensar delicadamente lo que haría como su siguiente movimiento; ahora que lo pensaba, Hinata no tenía que ver que seguía sin superarlo, no, al revés, tenía que verlo feliz para que sepa que nada podía dañar al gran Miya Atsumu, ni un noviazgo fallido.

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El Miya mayor estaba en la barra de bebidas coqueteando con una chica verdaderamente con una cara de princesa, Alisa recordaba que se llamaba. Shoyo solamente se veía concentrado en Tobio, rayos, pensó mientras miraba con tristeza la escena y Alisa se le acercaba aún más hasta que él simplemente se disculpó con ella por no poder seguir su juego.
Mientras tanto en una esquinita una cabellera oscura se fijaba en el rubio teñido que se alejaba de una peliblanca bastante atractiva –¿Será idiota? Acaba de rechazar a Alisa.

El chico agarró su pecho haciendo un mohín enojado mientras su cara se sonrojaba y sentía como su respiración se aceleraba. —¿Por qué a mi? — se preguntó mientras cerraba sus ojos para luego pararse, si ignoraba el constante bombeo de su corazón ante el chico idiota de bonita cara, tal vez pararía y quedaría en el pasado.