『 3 』

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Aclaraciones:
Cursiva: Yo (Narradora) estoy comentado
Cursiva + Negrita: Diálogo
Negrita: Pensamiento
Subrayado: Se utilizará para recalcar algo, tanto en diálogos, descripciones y en la misma narración.

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Pena.

Eso era lo que Vegetta sentía al ver al menor de los héroes de Karmaland, su estado era lamentable. Su piel lucia horriblemente pálida, sus ojeras eran enormes, en sus ojos no había rastro alguno de brillo, además de que cada día lucía más delgado, esto debido a lo poco que llegaba a comer, ya había intentado hacer que su compañero comiera más que unos pocos bocados de cualquiera de las comidas que le traían, pero después de cierta cantidad de comida, se le regresaba y terminaba vomitando todo, era casi como si su estómago se hubiese encogido a un punto preocupante, la disminución al ingerir alimentos también causó menos idas al baño, y aún así él se aguantaba lo máximo posible porque le incomodaba la poca privacidad que tenía al momento de hacer sus necesidades, y no olvidemos que el azabache también había notado él como algunos de los secuaces al mando del castaño disfrutaban de burlarse y humillar al menor.

A Luzu tampoco le agradaba ver esta situación, solo lo hacía sentirse más culpable por toda la miseria que había provocado en aquel adulto joven.

Pero, sin lugar a duda, haberle confesado sus acciones a Vegetta fue la mejor decisión que pudo haber tomado, el de cabello color carbón era perfectamente capaz de dirigirle la mirada, e incluso dedicarle algunas frases al de cabello azabache, todo lo contrario a como actuaba con el castaño, que desde aquel día ni siquiera se había dignado a voltear a verlo, ni de reojo, mucho menos le habría dirigido una sola palabra.

Pero un día Vegetta no aguantó más ver al mexicano en ese estado.

Luzu... No creo que Quackity debería seguir retenido aquí... Ya van casi tres semanas desde que lo habéis capturado, y él realmente luce fatal... Recuerda que el sigue siendo un héroe de Karmaland, con Mangel y Juan estando lejos por misiones, eso solo nos deja con nueve de nosotros en el pueblo... Ahora que Quackity se encuentra retenido aquí, su salud física y mental han estado decayendo a un punto en el que si le necesitáramos... Vamos, es que ni siquiera se puede levantar ni para estirar las piernas... Solo quedamos ocho héroes para proteger a Karmaland...

Escucha, a mi también me resulta preocupante como Quackity va decayendo, pero él ha cometido una cantidad de crímenes que son imperdonables... Si lo liberara ahora, ¿Dónde quedaría el castigo?

¿No te parece que ya lo has castigado suficiente...?

Vegetta, ya hablamos de est-

Luzu... Mira a Quackity... Solo ve y míralo... ¿Realmente piensas que deberías seguir castigándolo de esta forma? — Guardó silencio unos segundos mientras dudaba si decir algo o no, al final decidió no reprimirse — Quackity no puede ni siquiera mirarte, cuando escucha tu voz lo único que se le viene a la mente es lo que les hiciste a sus primos, no puede ni comer, en parte, porque le da asco estar en el lugar donde sus primos fueron ejecutados, se aguanta las ganas de ir al baño porque tus secuaces están obligados a ni siquiera darle un poquito de privacidad para eso, varios de tus secuaces se burlan de él y de su estado y la única persona con la que ha podido "conversar tranquilamente" desde que ha estado aquí, ha sido conmigo... — Volvió a quedarse unos segundos callado para volver a hablar — Dos días Luzu, solo tienes dos días para liberarlo, si no lo haces iré a hablar con Merlon de esto...

『 REGRESA 』  ▯ LUCKITY ▯ 『 ANGST』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora