¿La vida te trata bien?

33 5 0
                                    

Narra ???

En la Inglaterra del siglo XV el clima era nublado con una leve brisa fría que lo acompañaba, misma brisa era la que golpeaba a los lugareños de un modesto pueblo al noroeste de Inglaterra

Era una basta tierra la cual era ocupada para los cultivos de diversos vegetales y granos, al mismo que era una con múltiples cabezas de ganado como por ejemplo ovejas, cabras, vacas, bueyes, caballos, gallinas o cerdos, No obstante, era una tierra la cual debido a sus bastos recursos debía de pagar una gran precio a la corona inglesa dejando al pueblo en muchas de esas ocaciones en situación crítica

Pero eso no es el tema a desglosar, si no de cierto campesino más específicamente un agricultor llamado "ruber" el cual no pasaba por un buen momento

Fin narración

Podíamos ver a ruber que se encontraba enterrando algo junto a un pequeño Niño a su lado, el Niño lloraba mientras que el hombre con un semblante triste seguía lanzando la tierra hasta que terminó quedando solo una única cosa por hacer

Ruber: pásame la Cruz... Jacob

El ahora identificado Jacob se limpiaría sus lágrimas para acercarle la cruz a su padre que tomaría para clavarla en la tierra no sin antes acariciar un poco la tierra, resultó ser que lo que estaba enterrando el hombre no era nadie más que su esposa y la madre de su pequeño hijo la cual había fallecido a causa de una fuerte enfermedad

A pesar de la triste situación en la que se encontraba el hombre, lamentablemente esto era mucho más común de lo que parecía, fuertes enfermedades habían atacado con todo a los pueblos alrededor volviendo la vida más complicada en aquel lugar pero al final de todo solo quedaba una única cosa por hacer... Seguir adelante con aquella vida ya que quejarse y lamentarse no arreglará nada 

Varios meses después

Ruber se encontraba recogiendo algunos de los vegetales y grano sembrados con la ayuda de su pequeño hijo llenando varias canastas con lo conseguido, no obstante, el pequeño vería como si padre apartaba varios de los vegetales y grano en bolsas aparte

Jacob: papa

Ruber: ¿si?

Jacob: ¿porque quitas esos vegetales y el grano?, ¿están feos?

Ruber: ah, no hijo, son para dar... Nuestro tributo, más tarde tengo que dejarlos en bolsas diferentes

Jacob: ¿te puedo ayudar?

Ruber: esta vez no hijo, yo me encargo de esto, pero puedes ayudarme a plantar las semillas y el grano cuando terminemos, ¿te parece?

El Niño asentiría a lo dicho por su papá con una sonrisa que le contagiaría al hombre que revolvería un poco su cabello negro para entonces seguir con el trabajo, padre e hijo a pesar de la fuerte pérdida que sufrieron meses atrás trataban de seguir con sus vidas de la única manera que conocían y de la que ruber le enseñó a su hijo

Después de haber terminado de recoger su cosecha ambos sembrarían las semillas y granos que tenían para luego ir a dejar lo recogido cerca de unas sillas

Ruber: bueno, yo me encargo de esto

Jacob: ¿seguro papa?

Ruber: si, no te preocupes, anda, ve a jugar, yo te aviso cuando vayamos al pueblo

El pequeño peli negro asentiría varias veces para irse a jugar con un palo que había recargado en la pared, el adulto por su parte empezaría a inspeccionar la cosecha minuciosamente Viendo cuales eran las que tenían mejor pinta para vender y para el "tributo"

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 12, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El castigó de Dios Donde viven las historias. Descúbrelo ahora