― ¿Sus ojos? ―.
― Si. Todo cambió desde que los vi ―.
Quién diría que esas miradas evolucionarían a algo que nunca había sentido antes. Un sentimiento nuevo si...
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Si su madre lo había decidido, ¿Quién era él para desobedecerla? Iría a ver a su Abu a primera hora de la mañana, se dijo a si mismo.
Entró al coche para encontrarse a la mejor acompañante que le podría haber tocado. HyeRim estaba a su lado con una pequeña sonrisa. Estaba nerviosa.
― ¡Chan! Hace tiempo que no te veía ― saludó alegremente la madre de los mellizos. La mujer quería alegrar el ambiente para que el preocupado chico se sintiera cómodo y se relajara.
― Me alegro de verla bien señora Seo ― sonrió él para que la mujer empezara a conducir camino a casa.
La chica no daba crédito a la situación. Huiría a su cuarto y no saldría hasta el lunes siguiente. BangChan estaría una noche en su casa. Conviviendo en el mismo espacio que ella.
Tenía miedo de convivir junto a Chris a ese nivel. En clase no pasaba nada, pero estar juntos en la misma casa no. Además, creía haber expuesto un poco sus sentimientos cuando se encontraban juntos antes de irse. HeeJin le comentó que se veían muy tiernos al salir del edificio, que Chan se veía nervioso a su lado. Eso le provocó la placentera sensación de las mariposas dentro de ella.
Miró nerviosa al australiano que estaba a su lado, miraba la ventana con la mirada perdida. Estaba pensando en su abuela seguro. Pero el chico se dio cuenta de que lo estaba mirando y le sonrió apenado. Agarró su mano y volvió a mirar a la ventana como si nada.
HyeRim no pudo evitar sonrojarse y su madre se rio internamente al verlos en el retrovisor.
Llegaron a casa y como no tenían hambre, se prepararon para dormir. La madre de los mellizos se dirigió a su habitación donde su esposo ya dormía. Era la una de la madrugada, la fiesta había durado mucho.
― Buenas noches Hye ― dijo ChangBin abrazándola.
― Buenas noches Binnie ― le contestó ella. Conectó la mirada con la de Chris y este le sonrió ― Buenas noches Chris.
― Buenas noches ― dijo para meterse en la habitación de ChangBin, sin separar su mirada de ella.
― Si os seguís mirando así te mando a la habitación de HyeRim Chan ―.
Chan y ella negaron rápidamente y la chica cerró la puerta de su habitación.
Cuando ChangBin cerró la puerta de la suya, Chris le pegó suave en su brazo
― ChangBin no me expongas ― le susurró él molesto.
― Perdón, pero os estabais comiendo con la mirada ― se burló ― La propuesta sigue en pie.
― Calla y préstame un pijama ― ChangBin empezó a buscar en sus cajones mientras él se sentó en su cama ― ¿Esta es una camiseta de las tortugas ninjas?
