La mañana de un quince de septiembre, muy nublado y frío, se despertaba el pequeño Felix, quien con mucha emoción se levantó hacia la pequeña sala, estaba emocionado pues ese día cumplía nueve años
El teléfono sonó, pensó que podría ser su madre quien talvez sólo talvez le desearía un cálido feliz cumpleaños, pero no fue así, lo que escucho en la llamada lo desconcertó un poco
Hola? Felix?-dijo su madre
Si, soy yo mamá -respondió
Ah, por favor saca lo más importante de tu cuarto, o lo que creas que sea fácil de llevar -dijo algo apurada
Para que? -respondió Felix
No preguntes, solo saca lo necesario -dijo la mujer -e está tu padre ahí?- pregunto apurada y nerviosa
-ahhh...- dijo Felix mirando hacia todos lados, hasta que se dio cuenta que no se había percatado que su padre estaba totalmente dormido sobre el sillón, la manera en como estaba posicionado le dio a entender que estaba tomado -si... aquí esta... esta.. esta dormido- dijo Felix algo decepcionado
Ahhh sabes que, no saques nada se puede despertar, no, no quiero eso, salte a la puerta y espérame ahi- ordenó su madre
Qué? Y.. mis cosas? Mis.. cuadernos, mi ropa?- murmuró un poco triste y molesto
Eso te lo repongo después Felix, ahora salte de la casa y espérame afuera, ya paso por ti- fue lo último que dijo la mujer antes de colgar
Felix no hizo otra cosa más que obedecer, miró a su padre que yacía dormido, y luego miró la sala, toda la casa... y por último salió afuera, como su mamá le había dicho
No se había dado cuenta, el clima estaba demasiado frío como para salir sin abrigo, justo iba a entrar a buscar uno, pero su madre lo llamó desde el auto en el que había llegado
Súbete- ordenó su madre
Felix sin preguntar a donde, se subió al auto
Luego de que Felix se hubiese subido al auto, su madre encendió la radio y le subió al volumen para evitar que su hijo le preguntase hacia donde se dirigían, Felix se dio cuenta que nisiquiera iban hacia un lugar especial para su cumpleaños, quizá su madre lo había olvidado, como pasaba últimamente, se limitó a ver por la ventana para despejar su mente
Luego de tres horas, Felix se dio cuenta que entraron en una residencial, se preguntó que hacían en un lugar como ese, mientras se adentraba a ésta, Felix podía ver unas hermosas casas con pinta hogareña, vio a algunos niños jugando en sus patios, perros y todo, estaba muy bonito, pero su duda mental estaba en su mente otra vez, que hacían ahí?
Su madre se estacionó frente a una de las casitas que habían ahí, esta era igual a las demás, igual de acogedora, pero estaba vacía a lo que el pequeño negaba a lo que su mente le decía, pero la acción de su madre lo confirmó, si, claramente se habían mudado, habían dejado a su padre, por sus pensamientos no se dio cuenta en que momento su madre le estaba gritando que bajase del auto para entrar a aquella casa
Felix ya bájate del auto!- dijo su madre algo alterada
Voy...- dijo Felix serio
En el momento en que se acerco a su madre a la puerta de la casa, el celular le sonó, ella tomó la llamada, y en segundos se alteró más, a lo que pudo oír Felix era su padre reclamándole algo, supuso Felix que talvez le estaba reclamando sobre el porqué se lo había llevado, eso.. eso estaba lejos de suceder, Felix omitió eso, se alejo de la puerta, su madre se perdió dentro de la casa mientras discutía en el teléfono
Felix se dispuso a observar el lugar era muy tranquilo, los vecinos cercanos a su casa estaban dentro de las propias, pues solo se podía apreciar las luces encendidas en ellas, ya que, como dije hacia frío y estaba nublado, los pocos niños que afuera vio, fueron entrados por sus padres para que no se enfermaran
Felix se abrazo a si mismo, pues no llevaba abrigo, en eso escucho una pelota rebotando y una voz, miro hacia la casa de al lado, salió un niño con una pelota de fútbol, pudo escuchar como le decía a su madre que no se enfermería por salir a jugar si estaba abrigado, la pelota se le soltó de las manos hasta llegar a la cerca que dividía ambas casas, Felix seguía observando a aquel chico que se acercó a recoger la pelota, hasta que cruzaron miradas, el chico no sabía que hacer, se sintió tímido para hablarle a aquel otro que lo miraba con tanta atención
Ahhh.... que le digo?..- se preguntaba mucho el chico, pues el otro lo miraba sin expresión alguna en su rostro
Felix se dio cuenta que el otro chico lo veía con confusión, se dio cuenta que lo estaba viendo más de la cuenta, y cuando vio al chico acercarse con la cabeza ladeada decidió hablar
Soy... soy Felix- dijo sonriente
Ahh... es un nombre extraño, nunca lo eh escuchado... ahhh espera... si lo eh escuchado, pero en las películas que ve mi papá- dijo aquel chico por alguna razón había tomado confianza
Quien había perdido la misma fue Felix, pues de un rato para otro se puso nervioso, las expresiones que hacia aquel chico, le parecían... tiernas?Soy Changbin, Seo Changbin- dijo aquel chico, irrumpiendo los pensamientos de Felix sobre sus expresiones
Ah...mu- felix se vio interrumpido por los gritos que se hicieron presentes en la sala de su ahora casa, su madre gritaba mucho a decir verdad
Felix volteo hacia el lugar de donde venían los gritos y luego hacia el chico llamado Changbin
Changbin hizo lo mismo, vio hacia la casa y luego miró al chico, éste tenía una sonrisa hermosa, pero no combinaban con sus ojos que se veían tristes
En ese momento entendió que pasaba, lo único que paso por su mente fue lo que hizo a continuación
Changbin cruzo la cerca, y se acercó a Felix para abrazarlo
Felix se congeló al sentir el abrazo, no sabia porque el chico lo hacía, quizá lastima porque lo vio sin abrigo o quizá por lo que escucho de su madre discutiendo, no lo sabía, lo único que sabía es que se vio a sí mismo correspondiendo al abrazoChangbin no lo sabía, pero en ese momento él le había dado a Felix el mejor regalo de cumpleaños, lo que tanto anhelo, un cálido y amoroso abrazo
Aver que pasa aquí....