Cap 5: Felicidad

475 80 3
                                    

Un rayo de luz encandiló un poco sus ojos, parpadeó un par de veces para observar el lugar en el que se encuentra, al notar los monitores y las intravenosas en sus manos, su adrenalina subió de golpe, se levantó de la camilla, la enfermera que lo asistía grito al verlo ensangrentado en sus muñecas por el retiro de las intravenosas, el cenizo la tomó del cuello alzándola, preguntó dónde se encuentra pero la mujer no pudo responder, después bajó su mirada, se asustó en demasía, soltando a la mujer que tose por recuperar el aire. Su vientre de embarazo ya no está, alzó un poco la bata viendo la cicatriz de una cesárea, se arrodilló en el suelo y lloró, su primer pensamiento es que le habían quitado sus bebés, piensa que sigue dentro del laboratorio de Shigaraki en donde fue torturado.

- Kota...kotaru...KOTARU – gritó Yumi tomándolo de las mejillas que están llenas de lágrimas, su rostro está pálido – respira Kotaru, respira – empieza una serie de ejercicios de respiración que Katsuki imita, hasta regular su ritmo cardiaco – lo lamento doctor Hachi, él odia las inyecciones jeje – se disculpa con nerviosismo por todo el inconveniente.

El doctor solamente se repuso sus anteojos y su bata, es la primera vez que ve un omega tan violento, pero sólo sonrió tímidamente, no quería que le pasara lo mismo que a su compañera enfermera.

Una vez calmado el alboroto, el doctor Hachi comenzó la revisión e informe al omega.

- Muy bien joven Yamada, su estado de salud es muy buena, a pesar de todas las complicaciones, estuvo durmiendo algunos días, pero veo que sirvió muy bien – río alegre el doctor.

- ¿Y mis cachorros? – preguntó preocupado.

- ¡Oh! Sus cachorros están en excelentes condiciones, estuvieron en la incubadora una semana, nacieron más grandes y fuertes de lo que esperábamos, ahora están en los cuneros – volvió a sonreír.

- ¿Puedo verlos? – insistió.

- Juju ¡claro! Sólo necesito que coma algo y haga unos pequeños ejercicios para saber que su estabilidad son óptimos, después de todo dar a luz sin su Alfa puede traer problemas futuros, ¿le parece bien? – propuso y se retiró al ver al omega asentir.

- ¿Seguro que estás bien? – se preocupó Yumi al quedar a solas.

El cenizo de nuevo asintió, sonrió un poco forzado, quería irse del hospital lo más pronto posible. Antes planeaba tener a los cachorros en casa, porque quería evitar a toda costa tocar el hospital, y aunque falsifico su archivo médico en caso de una emergencia, espera que no se haya revelado su verdadera identidad.

- Sólo quiero ver a mis pequeños e irnos a casa... - susurró.

Después de unas horas y de una merienda, camino con cuidado con ayuda de Yumi, debía demostrar que se encuentra recuperado para obtener el alta.

Llegaron a los cuneros, se sentó en una silla que le proporcionaron, y esperó a que volviera la enfermera; sintió un nerviosismo, pero no en un mal sentido sino uno bueno, uno que nunca antes había experimentado.

- Listo mamá, aquí están tus mellizos, tuviste un niño y una niña – llegaron dos enfermeras, una puso un bebé en el brazo derecho y la otro en el izquierdo.

El primer contacto es crucial, antes no lo tuvieron en su nacimiento, pero ahora, en ese momento su alrededor comenzó a sentirse mágico, la sensación al sostenerlos, su aroma, el pequeño balbuceo que expresaron entre cansancio y felicidad por estar en los brazos de su madre. Sin darse cuenta Katsuki sonrió y lloró, todo había valido la pena, ha valido cada maldito segundo.

- Mi pequeño Itsuka – nombró y beso al niño de cabello rubio, pecas y ojos verdosos – mi hermosa Natsuki – besó también a su pequeña de cabello verdoso, pecas y ojos rojizos.

- Kotaru-san sonríe – llamó su atención Yumi, mostrando la cámara para tener guardado el bello momento.

Katsuki sonrió como nunca antes en su vida...a esa sensación la llaman "felicidad".

a esa sensación la llaman "felicidad"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

.

.

.

- ¿Entonces podrás? – atiende Izuku una llamada telefónica en medio de la noche.

- No será problema señor Midoriya, pero... - hizo una pequeña pausa – debido a que es una construcción repentina, tardaremos unos 4 o 5 meses en terminar... - habló nerviosamente el hombre de la llamada.

Izuku salió al balcón del departamento en donde está, encendió un cigarrillo y dio una fuerte calada, después dejó salir el humo.

- ¿Es lo más rápido?... – contuvo su irá.

- He...he...creo que sí...intentaré que sea en menos tiempo señor Midoriya – respondió.

- Eso espero – colgó la llamada, quiere mudarse pronto y no convivir con ninguna persona, dio otra calada al cigarro – huele a Kacchan... – susurró, al instante rompió el cigarrillo.


Un roto para un descosido (DekuKatsu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora