Ha pasado todo un año desde que conocí a Lou, ha pasado un año desde que él me contó que tenía una gran familia; sus dos hermanas menores, dos hermanas gemelas de apenas 2 meses en ese entonces, su madre Jay, su padre y abuelos. Él siempre describía a su familia con mucho cariño, le brillaban los ojitos y sonreía, realmente se sentía en un hogar.
Meses después de conocerlo me presentó a Niall; ojos azules como el cielo y un bonito cabello castaño, mejillas rositas y bueno, también irlandés, recién mudado, así que tenía un acento gracioso, muy gracioso. Conocí a su mamá cuando nos encontró a mí y a Niall discutiendo por quién tenía la mayor colección de superhéroes, igual ganó Louis, aquel presumido que no dejó de molestarnos con eso por 4 meses, 4 MESES.
Louis y Niall se volvieron los mejores amigos que pude tener, siempre elegía estar en sus casas más que en la mía, me hicieron sentir parte de su familia y mamá aceptaba eso, ella decía que un poco de distracción siempre es bien recibida.
Papá no paraba mucho tiempo en casa, llegaba cuando yo ya estaba dormido o a los días siguientes, mamá decía que era por la cantidad tan grande de trabajo que le dejaban y que no me preocupara por eso, y bueno, realmente no lo hacía, me sentía tranquilo o aliviado, solo se sentía bien no oír sus discusiones que fueron aumentando con el tiempo en todo ese año.
A veces deseaba una familia como la de mis amigos, todos lucían tan felices juntos, se sentía cómodo pasar tiempo en sus hogares, tal vez no eran lujosos o con grandes decoraciones pero se sentía bien, me sentía bien estando allí y justo ahora me alistaba para el cumpleaños de Niall, le estaba colocando a Teddy su gorrito de fiesta para después bajar por las escaleras y encontrarme con mi mamá para que me llevara hasta la casa de mi amigo y en el camino recoger a Louis.
—Mamá, ya estoy listo.
—¡Luces, precioso, bebé! —exclamó mi madre, cerrando la puerta de nuestra casa.
Un carro apareció estacionándose con brusquedad en la vereda, noté que mi madre se quedó quieta y luego observé como una mujer alta bajaba de ese bonito coche, mamá seguía sorprendida y algo nerviosa, me di cuenta por como presionaba mi mano, no estaba entendiendo la situación cuando escucho a mi madre decir su nombre en un tono extraño —Melany —dijo molesta.
—¿Qué haces en mi casa?
—Karen, han pasado que ¿4 años? ¿2?, pero mira qué grande está tu hijo, igual a su padre, ¿no crees? —Con una sonrisa que me provocó miedo se dirigió hasta donde me encontraba y sostuvo mi mentón.
—Retírate de mi casa en este momento, por favor.
—¿Por qué lo haría Karen? ¿Por qué me pides que me retire cuando apenas he llegado? Creo que el pequeño Liam estaría feliz de conocer a una de tus más viejas amigas ¿Cierto pequeño Li? —Me mantuve quieto tratando de acercarme a mi madre, la cual lucía desconcertada y asustada, solo quería irme de ahí y volver a mi casa o a la casa de uno de mis amigos.
Ella se acercó a mi madre y le susurró algo que no pude oír, pero a través de su mirada y ojos brillantes por las lágrimas que se asomaban supe que no era bueno, nada bueno
Mamá le pidió una vez más que se retirara y ella así lo hizo, pero no sin antes decirle que volvería a saber de ella, tal vez no pronto, pero en algún momento sería así.
Despertando de nuestro estado de shock y sin mencionar alguna palabra, nos dirigimos hacia la casa de Niall a celebrar su cumpleaños y olvidar esa extraña situación.
Aquella situación que en unos años volvería a nosotros y de una manera que nunca podría olvidar.
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