[Nuestro Secreto || Lumity]

¿Maestra...?

Era un día normal en un martes por la mañana, eran las 6:30 a.m., por lo que Luz empezó a arreglarse para ir a su universidad, no le quedaba lejos, pero le encantaba llegar temprano, pues podía charlar un rato con su amada maestra, sabía que estaba mal sentir ese tipo de atracción hacia ella, pero no lo podía evitar, desprendía un olor único, a frambuesas exactamente, y eso a nuestra pequeña alfa dominicaba le era irresistible.

Esa mañana decidió ponerse una sudadera verde, pantalones grises algo ajustados a su cintura y unos botines negros.

Se preparó unas tostadas con mermelada de zarzamora, su favorita, y un té de lavanda. Le era posible desayunar todo eso porque trabajaba en un café y de su sueldo le pagaba a Eda para que le trajera comida humana.

No quería regresar a su dimensión, pues había conocido a mucha gente hermosa, y aunque extrañaba a su mamá real decidió dejarla, no por completo claro, iba una vez al mes y le llamaba de vez en cuando, y como ya era mayor de edad su mamá no podía interferir en sus decisiones, solamente le quedaba apoyarla y consentirla cada que fuera.

Revisó su celular y tenía una llamada perdida de su mejor amiga, Willow, a quien había conocido por medio de Penstagram, cuando vieron que Luz iba a ir a la misma universidad reventaron de emoción, no se habían visto realmente, solo en fotos y algunas video llamadas.

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[Willow || Bestie]

¡Hey Luz!, ¿puedo hablar contigo en la biblioteca de la escuela?, tengo algo que decirte y podría alterarte un poco…, pero no me gustaría que te quedaras sin enterarte de todo. <6:56 a.m.>

Ehmmm, ¿está bien…?, Willow ya voy de salida, te veo ahí a las 9 que es receso, ¿te parece?, entrando tengo que hablar con la maestra Amity y después tengo clases… <7:02 a.m.>

¡Justo quiero hablarte de la maestra!, ayer le pasó algo. Así que entrando vienes a la biblioteca, no me dejes plantada, llevaré un chocolate caliente para ti, así que…, no creo que quieras perdertelo. <7:03 a.m.>

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La dejó en visto, pues ya iba saliendo de su casa y no quería distraerse, quería llegar lo más rápido posible, pues cuando su amiga le contó de quien se trataba se le dispararon los nervios y la intriga, así que corrió lo más rápido posible con su mochila puesta en la espalda.

Al llegar se encontró con Amity, por lo que la saludó y está trató de hacerle platica, pues ya era costumbre.

A: ¡Buenas días Luz!, veo que andas un poco apurada, ¿qué sucede? -preguntó alzando una ceja y mirando atentamente a la dominicana-.

L: Oh, buenos días maestra, lo que pasa esque mi amiga me citó en la biblioteca de la escuela por un tema importante, entonces no me puedo quedar a platicar con usted, ¡lo siento…!

Después salió disparada un poco mareada, pues el olor de Amity no era el de siempre, era un más amargo, definitivamente algo estaba mal, pero no sabía descifrar qué era.

En la biblioteca en la sección de los libros que explicaban las castas, estaba Willow, con unas trenzas decoradas con unas preciosas mariposas de flores colgando de estas, su camisa roja, una chaqueta negra y sus pantalones de mezclilla negra; y también claro, sus característicos lentes redondos.

W: ¡Luz!, si viniste-

Fue interrumpida abruptamente cuando Luz la tomó por los hombros con una mirada un tanto paranoica y desprendiendo un aroma asfixiante.