Historias Femdom

Mi primer día

Bueno.... Cómo comienzo? Está es mi historia, la historia de como hasta dentro de la esclavitud hay jerarquías.

Apenas cumplí los 18 fui puesto en venta y ahí fue cuando conocí a Dennisse y a Jimena.

Dennisse estaba vestida con una hermosa blusa gris con un moño negro que conbinava con su pantalón del mismo color y unos tacones que dejaban ver sus pies y en su mano tenía una correa que conectaba con el collar de Jim, la cuál estaba vestida con una falda rosa, una playera negra y  unos tacones que conbinavan con su vestimenta.

Después de que terminara la transacción me puso un collar negro con una placa con mi nombre y empezó a jalar de ella y no tuve más remedio que seguirla a su camioneta, nos subimos los tres y en camino a lo que sería mi nueva casa me empezó a explicar mis deberes y todas mis responsabilidades y sinceramente me parecía exelente ya que no sería muy distinto a lo que ya hacía solo agregando que ella me podría tomar en cualquier momento para tener relaciones, llegamos a la casa de Dennisse la cuál era gigante, me quedé asombrado y antes de entrar a lo que sería mi nuevo hogar Denisse llamo a Jim para decirle que estaría mi cargo a partir de ahora, que podría corregirme a su gusto a lo cuál ví una sonrisa un poco malvada en su cara cuando se volteo a verme lo cuál me dió un poco de miedo al ver cómo reaccionó.

Denisse antes de sentarse en la sala recibió una llamada y después de unos minutos salió de la casa en dirección a su trabajo o eso quería suponer.

-Bueno Jim tengo que salir, ya sabes que estás a cargo, empieza a enseñarle su habitación y sus obligaciones del día de hoy.

En cuanto ella cerró la puerta y arranco el coche, Jim me volteo a mirar y un poco nervioso intenté socializar con ella

-Mu....mucho gusto m.....mi nomb....

-Me importa poco como te llames, de hoy en adelante eres el esclavo de la esclava, entendido?

Decía Jim de una forma muy autoritaria para después tomar mi correa para hablarme hacia donde sería mi habitación, era grande y al entrar soltaría mi correa a lo cuál empeze a explorar la habitación poco a poco pero sin esperarlo escuché como Jim cerró la habitación con llave y cuando me voltee me recibió con una bofetada que me dejó en el suelo

-Escucha bien maldita basura, he soportado a Denisse durante mucho tiempo y tú serás con el que desquite todo lo que me ha hecho entiendes?

Yo sin entender nada estaba en shock y antes de hacer nada recibí otra bofetada mientras me gritaba

-Entendiste?!

-S.....si

-Si que?!

-S....si mi ama

-Muy bien, parece que entiendes rápido

Jim amarro la correa a cama para después ir a un cajón y sacar unas esposas, una vendaunos tapones para los oidos, un látigo, un vibrador grande y 2 vibradores en forma de huevo, yo ya estaba temblando sin saber que me haría.

Se acercó a mi y empezó a ponerme las esposas mientras que yo temblaba y cuando intenté soltar una palabra me miró con una cara que me dió más miedo así que solo agache la cara mientras me esposaba a la cama, después de eso fue por los vibradores y con un poco de fuerza metió el vibrador grande en mi culo mientras yo no ponía resistencia alguna ya que no sabía que era capaz de hacerme, después de eso comprobó si con su celular podía controlar el vibrador a lo cuál empezó a ponerlo a diferentes velocidades lo cuál hacia que temblará aún más, fue por ambos vibradores pequeños y con un poco de cinta y repitió el proceso que con el otro vibrador, después fue por la venda y los tapones y antes de colocarlos se subió a mi pecho y mirando mis ojos cristalinos me dijo

-Oh no llores pequeño, esto yo ya lo viví y mírame, después de algunos años pude vengarme con otra persona así que puede que algún día puedas hacer lo mismo pero en lo mientras quiero oír tus gritos y gemidos en lo que hago mis deberes o estoy a tu lado pero eso tú no lo sabrás

Procedió a ponerme la venda y los tapones para enceguida prender los vibradores.

Empezó con lo min pero después de unos minutos empezó a subir la intensidad y yo estuve ahí esposado, sin poder ver u oír y ya con varios osgarmos que después de la primera hora ya me dolía cada que volvía a correrme sin que yo lo quisiera y sin poder hacer nada