La Leyenda De La Destrucción

Capitulo 1

Se podía observar a 5 niños jugando en un parque, Emerson, Emma, Doglas, Paul y Regina. Eran amigos prácticamente desde que nacieron, estuvieron juntos en su guardería, Jardín de Niños y primaria, en la cual están actualmente. Ambos cursaban su 5 año de primaria, teniendo Haci 10 Años.

Cómo era de costumbre para ellos después de clases salían todos juntos a divertirse, llendo al parque, Arcade, Etc. Hoy habían optado por ir a explorar el Bosque, ya que eran demaciado chicos le pidieron al hermano de Paul que los llevará, ya que pensaban acampar, sus padres les habían dado permiso a todos, ya que estaría un adulto, el hermano de Paul.

Después de unas horas armaron varias casas de campaña para dormir, Regina y Emma Dormirían en una, Emerson y Doglas dormirían en otra, dejando a Paul con su hermano.

Antes de caer la noche salieron a explorar el bosque. después de un rato de exploracion todos regresaban a sus tiendas de campaña. Todos Hiban juntos a excepción de Doglas que se había percatado de un sonido raro este por más que buscaba no encontraba nada, pero de repente se percató de una luz morada que brillaba cerca de un árbol, este se quedó viéndola a secas, mientras en su rostro tenía una expresión que no expresaba nada, cómo si fuera hipnotizado

Estás Bien Doglas?- Dijo Emerson, Sacando a Doglas de su trance. Ehh.. si, estoy bien- Dijo Doglas para seguir su camino de prisa, Emerson Se quedó atrás viendo hacia donde Doglas miraba, logrando percatarse de la luz morada, sin embargo este solo la ignoro y fue donde los demás.

Tiempo después el cielo comenzó a nublarse, al igual que se escuchaban relámpagos.
Creo que será mejor llevarlos a su casa - dijo el hermano de Paul, todos le suplicaron que no los llevara a casa, sin embargo este no les hizo caso y los llevo a casa.

Habían pasado unas horas, había una lluvia de esas que parece que el cielo se va a caer.
Paul, un niño de ojos azules, piel un poco morena y cabello rubio, estaba afuera de su casa observando la lluvia, a este le gustaba mucho la lluvia, jugaba debajo de esta, sin embargo está era la excepción. Ya que la lluvia era muy fuerte.
No obstante, esto no impedía que este la observará.

Emma, una niña de ojos castaños, piel blanca, y pelo castaño, con algunas extensiones de color rojo, estaba envuelta en sus colchas, abrazando un peluche. Ya que está le tenía miedo a la lluvia, y con la que había tenía aún más miedo.

Emmerson, un niño de cabello negro, piel blanca, y ojos tan negros como la oscuridad, se encontraba en su cuarto observando la lluvia desde la ventana, a este no le desagradaba, pero tampoco le agradaba. Solo le gustaba verla para relajarse.

Doglas, este se encontraba en la ducha bañándose, sin embargo no podía sacar de su mente aquella luz que observó en el árbol.

La noche paso con una tremenda lluvia, al día siguiente todos estaban en el patio de su colegio, Emma, Doglas,Paul y Regina estaba platicando, sin embargo Emerson se había retrasado. Apenas salía de su casa y tenía 15 minutos para llegar, por lo que salió corriendo a toda velocidad

Emerson solo podía observar su reloj, mirando que le quedaban solo 5 minutos para llegar al colegio, sin embargo este no se fijó y choco con una niña que venía corriendo en dirección contraria.

Auch!- Dijo la niña la cual se quedaría mirando a Emmerson.
L-Lo siento llevo prisa, estás bien?- dijo Emerson Observando a la niña, la cuál tenía ojos claros. Su piel era tan blanca como su pelo, ya que este era tan blanco, que reflejaba la luz del sol.

N.. no pasa nada no me dolio- dijo está con una sonrisa.
Espera, vamos en el mismo colegio.- Dijo Emerson mientras veía el informe de la albina.
Ah sí?.. lo siento soy nueva y no se en donde queda, por eso hiba apresurada.- dijo está mirando el suelo.
Pues déjame decirte que vas en dirección contraria.- dijo Emerson para después observar su Reloj.
Oh no.. solo nos quedan 2 minutos, hay que darnos prisa!.- dijo para después hagarrar la mano de la albina y correr hacia el colegio.
Está solo se limito a seguirle el paso mirando con curiosidad su pelo, el cual era igual de negro que sus ojos.