Brasil.

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Mi teléfono marca las dos cincuenta y tres para el momento en el que me acomodo en la fila numero ocho, puedo ver el campo claramente, las personas gritan, otros solo celebran por adelantado, hay quienes solo lloran de la emoción, también quienes toman fotos de todo el lugar con el deseo de jamás olvidar que esto está sucediendo, los gritos se transforman en mas que eso, para el al menos, se transforman en energía.
"Es diferente cuando estas allí, a mitad del campo con el balón entre tus pies-me explica mientras me toma en brazos dándome otra vuelta- entonces la multitud no solo esta gritando, no solo están colocando presión, ya todo eso se elimina, cuando estas allí, todo eso que puede molestarte mientras estas entre ellos se transforma en energía para nosotros, o al menos para mi"

Un golpe en mi hombro derecho por parte del chico de camisa celeste me trae devuelta de mi recuerdo. Me giro a verlo y el solo me mira burlón.

Se dice lo siento idiota- gritó, ingles no es mi primer idioma, pero aprenderlo no había sido difícil, sin importar que el chico de camisa celeste entendiese o no lo que había dicho ya estaba hecho, y no iba a tomarlo de vuelta.
Una tonta mueca de su parte me confirma que no ha entendido una palabra de las que he dicho, y solo dice algún comentario sobre mi camisa del equipo contrario, lo sé ya que toma su camisa y realiza una estupida mueca contra la mía, giro mi rostro volviendo al campo, me había perdido toda la presentación luego de que se me ocurriera girar mi camisa para dejar mi apellido justo en mi pecho, pero principalmente el apellido y número de mi hermano "Schweinsteiger 7".

Para el momento en el que el árbitro había dictado el extra tiempo mi voz había desaparecido completamente, y mi sangre había hervido a la temperatura suficiente como para que algunos argentinos recibieran suficientes de mis insultos. Miro nuevamente la pantalla y marca el minuto 112 cierro mis ojos rogando que algo realmente bueno suceda y para el momento en el que vuelvo mi mirada al juego André tiene el balón, están en la zona Argentina, mi corazón se detiene cuando el patea el balon, götze lo recibe con su pecho y una pronta patada coloca el balón en la arquería, de pronto mi voz esta de vuelta y me encuentro gritando el tan gran y esperado gol de la selección alemana, el chico a mi lado me toma entre brazos mientras ambos celebramos, todo mi cuerpo se convierte en una pelea de pequeñas mariposas en mi estomago y una marcha de hormigas por todas mis venas, mientras que mi piel de gallina, mi sonrisa no se borrara de mi rostro, al menos no hasta el próximo mes. La tensión no se retira, sin importa la felicidad que fluye por mi cuerpo aun existe una pequeña posibilidad de que Argentina empate el juego, pero escucho el pito final y todo mi cuerpo se llena de pequeñas hormigas, mi piel se pone de gallina y toda la emoción empieza a salir de mi cuerpo, corro hacia la barra, el tiene que verme, si no, mi sorpresa se arruinaría completamente, ellos corren por todos lados celebrando su gran triunfo y todos en el lugar celebran con ellos, incluyéndome. Mats corre al público y toma a su chica justo unos cinco espacios más alejados de mi, intento gritar pero por mucho que lo intente el no me escuchara, no llamara a mi hermano y el no me verá. Todos buscan a sus chicas, Mats, Khedira, Mario, André. Pero allí está el, mi rubio hermano, el camina hacia mi, sonrío mientras agito mis manos gritando por el, intento evitar al hombre de seguridad que me grita que me aleje.

Bastian- gritó por décima vez mientras mi garganta arde en llamas- BASTIAN JODER ESCUCHA.

El se posa unos tres puestos más lejos tomando en brazos a Sarah, maldigo por ultima vez, no recordaba a la chica que ahora besa a mi hermano. Unas manos se posan en mi cintura tomándome fuera del público, su sonrisa es tan grande como la mía, sus ojos brillan y yo solo me lanzo a sus brazos rodeándolo su cuello,

Erik ganaron- gritó celebrando- los extrañe demasiado- sigo y el no piensa soltarme y honestamente no es algo que yo quiera hacer tampoco. Luego de lo que se sienten como minutos estoy frente a Erik mientras el se separa de mi.

Lamento haberte mojado- dice y noto su cuerpo perfectamente marcado en mi camisa y pantalón - te extrañe pequeña Schweinsteiger.

¿Desde cuando te preocupa llenarme de sudor durm?- preguntó y el sonríe tomándome nuevamente en sus brazos, mi corazón late realmente rápido, luego de una segunda vuelta en sus brazos el vuelve a colocarme en la suave grama.

Eres alguien fácil de extrañar- dice sonriendo, antes de que pueda decir una palabra mas mi teléfono me distrae mientras vibra realmente fuerte en mi bolsillo trasero. "Basti" leo en mi pantalla, empiezo a buscarlo por todo el campo y lo encuentro en su teléfono, sonrío mientras le muestro a Erik lo que sucede, el sonríe y me abre espacio, corro en busca de mi hermano y justo detrás de mi,Erik.

Me lanzo a sus brazos solo gritando mi tonto sobrenombre "viejo". Ambos caemos a la grama dejándome a mi encima de el. Bastian cruza sus manos a mi alrededor apretando tan fuerte como puede hacerlo, pero pronto no somos solo el y yo, ahora hay dos personas mas encima de nosotros.

Te extrañe- grita y yo solo me acerco mas a el, si de alguna forma es posible tal cosa- por lo visto tu también a mi.

Comparte- escucho su voz, sus manos se posan en mi cintura retirándome de mi hermano y tan pronto como me giro el esta frente a mi, Lukas Podolski, su inigualable sonrisa cubre todo mi alrededor, por un momento todo desaparece y todo lo que existe, solo esta en otro universo en este, solo estamos el y yo, nadie mas. Un movimiento me deja en el centro de lo que es un abrazo grupal. götze, durm, Bastian, podolski y por supuesto Hummels se unen a mi alrededor entre gritos y una gran celebración.

Ganamos - grita Mats mientras besa mi frente- ganamos pequeña ganamos.

En el cuello algunas de las chicas cuelga la gran medalla dorada, otras solo las tienen los chicos, miro a mi hermano y sus amigos y sus novias celebrar y tomar un millón de fotos mientras sonríen y festejan su gran triunfo, me mantengo a un lado en mi teléfono mirando algunas fotos tomadas por los hombres de largas cámaras mientras los chicos festejaban a mi alrededor y cuando Bastian y yo caímos al piso, pero la noticia realmente vuelta impacto es la nueva novia de Erik durm la cual tomo del público. Mi teléfono desaparece de mis manos y mi cuerpo no esta en el campo ahora da vueltas. Tomo su cuello mientras escucho su risa gracias a mis gritos desesperados.

Morirás podolski- gritó mientras golpeo su espalda, el toma mis piernas con sus manos mientras yo las cruzo a su alrededor.

Te extrañe - su mirada se clava en mis ojos ¿qué exactamente es lo que haces cuando estas frente a frente con el chico que te gusta? ¿Le dices que es hora de que haga algo y te bese o simplemente lo haces tu? Claramente siempre hay una tercera opción y se llama, fingir que absolutamente nadie sabe lo que sientes, incluso tu.

También te extrañe- respondo mientras sonrío.

Puedo apostar no mas que yo- dice y yo vuelvo a tierra. ¿Qué exactamente estaríamos apostando? ¿Un beso? O ¿un final feliz? ¿Quizá una cita?

Jamás sabremos- respondo tomando su medalla y mirándola un poco mas de cerca.

Linda ¿eh?- pregunta y solo asiento mientras miro cada exacto detalle de esta, el toma la tira azul retirándola de su cuello y la coloca en el mio- cuídala por mi.

Joder no- respondo- ¿que tal si creen que la robe?

No creerán eso- dice tranquilo mientras se aleja. El guiña su ojo y solo sonríe una vez mas antes de desaparece entre el montón de personas en la mitad de la cancha. Y nuevamente estoy allí, a mitad de "tonta enamorada" y "realista deprimente".

Mi peor error.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora