⤐𝐀𝐥𝐳𝐡𝐞𝐢𝐦𝐞𝐫 ❞✔︎

↬𝟐𝟏☀︎︎

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A pesar de los medicamentos, poco a poco comienzas a debilitarte, siendo difícil incluso el habla, en ocasiones estas personas pueden volverse tartamudas y más calladas...

...

— ¿Quieres más postre Chilito?—observó a su contrario quien solo negó con la cabeza, alejando el plato de si mismo.

Los últimos meses el chileno se había vuelto bastante callado, tan solo respondía con gestos más que con palabras...era algo un poco triste de ver. Para su edad, conociendo como era su personalidad, debería de estar hablando sin parar de alguna fiesta o algunos chistes...

Pero no, solo se quedaba sentado mirando como los demás hablaban, y solo opinaba cuando se lo pedían.

Sus amigos lo observaban, trataban de no hacerlo sentir que tenían lástima, pero extrañaban al Chile de antes...

— Bueno, podemos pasear un poco por el parque una vez acabemos de comer...—sugirió el alemán, todos aceptaron.

Después de unos minutos, ya se encontraban paseando por aquel verdoso parque, el argentino caminaba de manera neutral, se había vuelto alguien algo serio, no era del todo expresivo, aunque todo el mundo pensaba que sería alguien alocado.

Ale seguía igual, aunque bueno, estaba en una relación con él ruso desde hace cinco años, además que se había vuelto alguien un poco posesivo cuando algo es "suyo", incluyendo a su pareja.

Mex no cambió, seguía siendo el mismo de siempre, y cada día más enamorado del chileno, quien estaba igual, todos los días se enamoraban del uno al otro.

Y bueno. Todos sabíamos como estaba el chileno, solo que no sabremos aún el como acabará.

...

— Me iré retirando chicos, Russland me llamó y necesita mi presencia para algo, ¿si? Nos vemos...—este solo estrechó mano con cada uno y se retiró.

— Creo que ya debemos volver, a ambos les digo, no creo que tu suegra haya dejado a Chile salir hasta tarde.—comentó el argentino riendo levemente.

— No, de hecho capaz me mate si llego tarde con su chamaco.—dijo este para indicarle al chileno que estaba distraído mirando los árboles que debían volver.

Este solo asintió para tomar sus muletas y levantarse despacio, fueron hacia el auto del argentino y este los dejó en la casa del chileno.

— A-adiós Argi...—dijo el estrellado moviendo su mano.

Este se despidió de igual manera para esperar al mexicano que dejara al latino adentro.

Después de unos minutos, este volvió.

— Dame un cigarro...lo necesito esta vez.—pidió el mexicano, quien al poco obtuvo lo que quiso en la mano.

— Cálmate ¿si? Él estará bien...solo, pásala bien lo que queda de tiempo.—le dió unas palmaditas en su espalda.

— El pensar eso, es lo que me asusta...*sigh* ambos sabemos que no queda mucho...El nos va a olvidar.—miró la casa un momento, para luego volver a darle una inhalada al cigarro.

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