"Amigos"

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-Hace mucho frío afuera

El chico de plumas doradas hablaba casi en susurros a la enorme pila de mantas y almohadas que reposaba junto a él

Cuatro días habían pasado desde que el moreno empezó a hacerse cargo de Rubén, cuatro días en los que el primogénito de los Doblas había mostrado una mejoría casi milagrosa

Días en los que su cuidador casi nunca se separó de el

-Hace mucho tiempo que no veía caer tanta nieve, solo espero que los cultivos no queden sepultados

Continuo hablando con tranquilidad

-Ya casi puedo escuchar los gritos de Cochi
Serían algo así como; ¡Me lleva la chingada!

-Tan malo es?

La pila de almohadas y mantas entono esa duda en un ahogado sonido

El chico de los cabellos negros salto sobre si mismo y rápidamente volteo a la dirección donde provenía la voz ahogada

De la pila se asomó una cabeza castaña y seguido a ella unos ojos medio enfermos prestando atención

-Así que puedes hablar- suspiró el chico de plumas doradas con un tono parecido a la molestia
-¿Se puede saber por qué nunca me haz regresado la palabra?

Su pregunta era totalmente racional, no era la primera vez que intentaba entablar una conversación con el oso, en el tiempo que llevaban juntos
La hablaba todo el día, algunas veces incluso llegó a contar historias por las noches para que el amo pudiera dormir
Nunca supo si logró su cometido, el de piel clara nunca dijo nada

Esto había empezado a hartarle, algo muy en el fondo de el suponía que el joven Doblas, se creía lo suficientemente superior como para hablar con un vulgar criado
Como sea, no es como si pudiera descartar su hipótesis tan pronto

Se estaba tardando demasiado para contestar su cuestionamiento

El enfermo amo siguio en silencio por un corto tiempo demás

Pero al final de cuentas, aclaro su garganta y de sus labios al fin salió algo más que sonidos de tos seca

-No tenía nada que decir- dijo mientras lanzaba un vista indiferente

Aquella respuesta solo hizo que la molestia de el joven azabache
Fuera en aumento

Todo parecía indicar que el amo Doblas si era un niñato rico y engreído que se creía superior a él por el hecho de ser una máquina de bebés andante
Mínimo esperaba una clase de agradecimiento, cosa que probablemente nunca llegaría

Esto fue una pérdida de tiempo

Pensó el azabache entre dientes con un gesto despectivo "De hacer sabido que era ese tipo de persona no hubiera aceptado cuidarlo" se refunfuño a mismo

tanta dedicación, tanto tiempo
Tanto esfuerzo tirado a la basura

- bueno, si no tengo nada nas que hacer , me retiro, de todas formas se nota de que ya ha mejorado lo suficiente, Amo Doblas.

El azabache tenía mucha rabia contenida, tanta que sin querer había alzado la voz más de lo adecuado, aunque siendo honestos Poco le importaba

- Espera

Antes de retirarse había escuchado al castaño darle una orden

-No has terminado de contarme la historia de ese tal "Cochi"

-¿Que no usted había dicho que no tenía interés?

-te dije que no tenia nada que decir, Más nunca te dije que no te estaba escuchando

Incluso con todo eso la voz del amo Doblas seguía sonando como si le estuviera dando una orden, a el omega de plumas doradas no le gustaba que le dieran órdenes, eso y la mirada sin vida del castaño hizo que apretara los puños con furia

-Señor Doblas, si realmente quisiera escuchar el final de mi relato,no me hablaría con ese tono

El joven azabache se giro una vez más, dirigiendo su cabeza y cuerpo hacia la salida de aquel cuarto, pero bien no dio un paso cuando el amo exclamó;

-Me disculpo si mi tono lo ofendió

"Me disculpo"
Dos palabras
Dos palabras y diez letras que se sintieron como un pequeño terremoto dentro de el, su furia contenida se evaporó
¿Una disculpa honesta?
No pudo evitar que su cara se contrallera en una expresión de total sorpresa, ni siquiera había parpadeado

-por favor...continúa. era una historia muy divertida

La voz de Rubén seguía estando un poco rasgada por la enfermedad. Pero esas palabras, las exclamo con un tono tan dulce que el omega de plumas doradas sintió como si el mismísimo cielo lo estuviera llamando, no pudo evitar responder

-lo haré, pero no vuelva a ignorarme

A pesar de su pequeño momento de debilidad las palabras del azabache salieron con gran firmeza
El castaño lo vio por un momento y entonces volvió a entonar


-¿puedo saber tu nombre?
-mi nombre es Alex
-Alex...prometo no volver a ignorarte

Tal vez el señorito Doblas no sea mala persona...tal vez podríamos llegar a ser amigos


꧁II Born to die II꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora