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Acababa de sonar el maldito despertador.
La cabeza me punzaba, y tenía demasiado sueño.

Mal momento para salir a tomar “un trago” con Claudia, quién insistió y esa mujer no acepta un no por respuesta...

Me moví en la cama sintiendo al lado mío el cuerpo aquella mujer, volteé la cabeza encontrándome con su espalda desnuda y su cabello alborotado, su respiración tranquila y pacifica, era evidente que seguía durmiendo plácidamente.

Me levanté de la cama rápidamente sintiendo el frío suelo en mis pies, pero eso fue ignorado cuando sentí un gran mareo al instante en el que me levanté. Mierda.

Me apresuré al baño para hacer mi aseo matutino, tenía una hora exacta para llegar a tiempo. Necesitaba ser puntual.

Después de una ducha con agua caliente de diez minutos estuve lista. Enrollé una toalla en mi cuerpo y salí del baño a pasos rápidos. Me puse una camisa blanca y unos pantalones holgados negros y unos tenis del mismo color del pantalón. Sequé mi cabello para hacer una cola de caballo bien hecha. Solo apliqué máscara de pestañas y un gloss en los labios.

Tenía treinta minutos. Eché un último vistazo en el espejo, me veía realmente bien. Sonreí por mi apariencia.

Tomé mi mochila para después dejar una nota que decía

“Buenos días, disculpa por dejarte así pero tengo un asunto muy importante, gracias por lo de anoche, te dejo para tu taxi y quizá te alcance para un café, por favor deja las llaves con el portero y asegura la puerta antes de salir, gracias. Ten un buen día.

Billie.

Y finalmente salí rápidamente de mi departamento. Me dirigí al estacionamiento con pasos rápidos. Luca me esperaba con una gran sonrisa.

-Buenos días señora O'connell- dijo educadamente aquel hombre abriendo la puerta del auto para que yo ingresara a el.

-Buenos días Luca- respondí cortésmente entrando al coche.

-Tenemos veinticinco minutos señora- dijo -¿No quisiera pasar por algo de desayunar antes?- preguntó mientras encendía el auto y lo ponía en marcha

-Gracias pero prefiero llegar con minutos de anticipación- respondí -Dicen que la puntualidad es lo más importante, ¿No lo cree así Luca?- dije con una sonrisa.

El ha sido el chófer desde que tengo memoria, el fiel compañero de mi padre. Y por ese motivo el lo había asignado como el mío. Este hombre me agrada.

-Tiene razón señora, pero creo que la salud es aún más importante- dijo viendo el retrovisor.

-Comeré algo después- dije -No me malpasaré, lo prometo-

-Le llevaré su almuerzo si usted gusta- ofreció

-Perfecto- dije -pero yo te aviso cuando termine, ¿te parece?-

-Maravilloso señora- dijo. El resto del camino estuvimos en silencio. Yo veía algunas cosas en mi teléfono.

- Hemos llegado- dijo aparcando el auto en el estacionamiento. Salió del auto rápidamente, para abrirme la puerta. Sonreí y agradecí al hombre.

Faltaban diez minutos.

...

-Buen día a todos- dijo el señor Pattinson que ese día me presentaría cómo la nueva dueña del viñedo más prestigioso  -Como saben el día de hoy conocerán a la nueva dueña, quién quedará oficialmente a cargo de éste lugar.- el hombre tomó una bocanada de aire para después dedicarme una sonrisa. -Quiero presentarles a Billie O'connell, la nueva dueña del viñedo Los Angeles-

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