•°CAPITULO 1°•

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Narra bakugou:

Solo soy un adolescente más en este instituto tan prestigiado.

Uno más de entre tantos alumnos con sueños, metas y esperanzas, que nunca caen al mínimo porcentaje.

Ellos a diferencia de mi, tienen amor, amistad, cariño, etc. Tienen todo lo que yo nunca tendré, una vida feliz. Me la paso haciendo apuntes, prestando atención en clase, no voy a fiestas a menos que sea obligatorio y no me gusta hacer amigos. Y creo que por esa misma razón estoy solo, no me gustan los lugares concurridos o muy llenos, prefiero un lugar tranquilo o vacío.

La razón debe ser porque todos me miran mal, miran mi apariencia y simplemente se alejan. Dejé un tiempo mi carácter fuerte pero eso solo provocó que se quisieran aprovechar de mi. No deje que eso volviera a pasar en la UA pero...de entre todos mis compañeros...hay uno que siempre me habla o intenta estar cerca de mi.

Un peliverde de ojos esmeraldas, llamativos que después de tanto tiempo me encantaron. Nunca sentí ese sentimiento de amor, pero cada vez que estaba con ese peliverde mi corazón latía a mil. Su amabilidad era un poco estresante pero cuando estábamos solos... El era totalmente diferente. Era serio, estresado, pacifico y sumamente tranquilo.

Solo yo veía eso de el, a él no le preocupaba porque no hablaba mucho y más cuando eso era un secreto. -Nadie más quiere hablar contigo, no habrá problema si te lo cuento- Fue lo que me dijo antes de cambiar su postura a una encorvada, sus manos en los bolsillos y sin su característicos brillos de sus ojos.

Ese día mi mente estalló más, me parecía tan atractivo en sus dos cualidades. Obvio no lo diría, el tenía demasiadas chicas por detrás y no dejaría al ganado por un simple perro de decoración.

Yo no tenía tanto que dar, -según yo- tenía buenas calificaciones, apuntes, sabía cocinar, lavar, planchar, limpiar e incluso como hacer masajes o cuáles eran las mejores marcas para el shampoo o cremas. Pero eso cualquier chica lo tendría en cuenta, alguna que otra no tendría eso en mente, pero la mayoría así era. O por lo menos una parte.

Era fuerte, ágil, veloz, rápido, pero eso cualquier hombre o mujer lo tendría. No tenía nada que dar, no tenía nada que perder.

Así era todo, no era una chica linda y sumisa, no era un chico con buen carácter o de buenas amistades. Fácilmente no tendría oportunidad.

Todo se relataba así de fácil, pero en su casa(de baku) era todo lo contrario. Su madre no estaba el mayor tiempo en casa, papá trabajaba y el se quedaba solo en la gran casa. No había forma de que sus padres supieran de su vida, más que de calificaciones. Según su madre, eso era más importante que todo. Con ese dilema perdió a amistades, tanto infantiles tanto actuales. Perdió la habilidad de socializar, perdió la habilidad de ser empático, mostrar cariño, consolación, miedo, tristeza, pena, etc.

Su padre solo se esforzaba porque no le faltará nada, le hacia su almuerzo, comida y cena. Le daba su bentō antes de ir a la preparatoria, le daba dinero para salir con amigos o incluso le regaló varios libros de temas que quizás le gustarían. Obvio si le gustaron esos tipos de libros y los comenzó a comprar con ahorros.

Su madre al enterarse, decidió comprar una estantería para su habitación, se esforzó por darle algo bueno pero las cosas materiales no arreglaban el daño emocional.

Más cuando después de eso, una semana después cambio su actitud. No tengo el porque

Quizás esa es la razón por la que quedó flechado por el peliverde.
El también tenía su propia historia, en realidad, cada uno.



Mi Dolor...[Dekubaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora