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— Mira mis uñas

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— Mira mis uñas... ¿ Están lindas ? — Fastidia Alison, tenía las uñas postizas y rosas con brillantina.

— Ojalá fueran negras...— Bufa Abril.

— El negro es lindo, pero hay que variar un poco... Qué aburrido vestirse igual todos los días...— Al no ser escuchada, va a enseñarle sus uñas a la abuela, recibiendo la atención que ella esperaba.

-Alison tiene la tez sorprendentemente pálida, casi como una hoja de cuaderno. Sus labios y nariz son de un color rosa muy claro. Es flacucha y de muy baja estatura. Alison sufre de un transtorno que la obliga a perfeccionar todo a su paso, incluso los problemas de otras personas. Todo lo contrario a Abril, quién podría vivir contenta en un basurero, mientras este sea suyo.

— Ay, madre. No te conté lo que nos pasó en el viaje.— Exclama la señora Janette.— Hay un loco suelto en un pueblo de Portland.—

— ¿ De verdad ? — Cuestiona la anciana.

— ¡ Sí, mamá ! Una señora llamó a la radio y dijo que persigue a las niñas y que le pega a su madre... Que se escapa en la madrugada.—

— ¡ Qué horrible ! — Chilla la perfecta Alison.

-Abril se encarga de ignorar la conversación y empieza a desayunar unas tostadas con crema batida y fresas.

— ¿ No es mucho dulce para la mañana ? —  Pregunta Tío Benjamín con una voz dulce, pero preocupada. —
eso es una merienda.—

— Es normal, tío. Siempre como esto cuando mi mamá no me cocina. — Responde su querida sobrina, Benjamín debe seguir una dieta estricta y saludable por su hobby de modelo.

— ¿ Segura ? —

— ¡ Sí ! — Sonrió Abril, solo su tío podía lograr una honestidad alegre en ella.

— Mejor te prepararé una ensalada. — Dice preocupado y se dirige a la cocina, luego de unos minutos regresa con un plato de verduras finamente decorado y espolvoreado
con sal.— aquí tienes. — Coloca la taza en la mesa.

— Gracias, tío. — Suspira Abril.

— Y cuéntame, ¿ Cómo estuvo el viaje ? —

— Tenía náuceas y dolor de cabeza... Escuchamos por la radio que un enfermo de Portland se desnuda en la calle y se escapa en la medianoche.—

— Qué fuerte... Bueno, linda... Estamos a muchas horas de Portland, estamos a salvo aquí.— Afirma poniéndole la mano en el hombro.

— A salvo de el, de ellos no. — Abril bufa y señala al resto de su familia, pero es interrumpida por su tío, quién le dijo que se calle.

— Te entiendo, Abril, pero susurra esas cosas. La única forma de no soportar esto, es consiguiendo escapar; tener una propiedad tuya para que nadie pueda mandonearte. yo hice eso, ¡ Y mírame ! No puedo salir dos minutos a la calle porque soy un famoso. — Bromeó acomodándose su sedoso cabello.

El Loco Del PuebloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora