28 de abril de 2019.
Necesitaría decirte que estoy bien, y creer
en mis propias palabras. Me encuentro
sola caminando por las calles, pero ahora
es de noche. Los autos pasan, la gente
también; y en ellas veo todo lo que tal vez,
según tus expresiones, no tengo.
Y aún así, aún éste escrito parezca ser uno
más de esos que se sumen en monotonía,
mi rostro no refleja tristeza al pasar, al
cruzarse con todos aquellos luceros
desconocidos, o al ver las perlas brillar.
Abrí mi ventana y la brisa golpeó mis cachetes,
sentí que era mi oportunidad para hacer
algo diferente. Tomé mi abrigo y me lancé
a correr en busca de algo, un "no se qué"
que pudiese terminar de culminar mi ciclo.
Se escuchaba el crujir de las hojas
coloreadas que abandonaban su hogar,
dándole la bienvenida a otro nuevo,
misterioso e incierto otoño.
Latte de vainilla, besos a media mañana.
Parezco poeta que escribe sobre la ternura
en soledad, con el aire moviendo mis
cabellos, sintiendo que su hielo quiebra
mis entrañas.
Y la noche vuelve a caer, me encuentro
caminando otra vez. Sigo sin encontrar
eso que busco, pero por primera vez,
pienso que nosotros somos eso que
alumbra al mundo; y lo hace ser tan
hermoso a su forma, por más que
nos empeñemos en echarle la
culpa. ¡Oh, querido! Si alguien se tomase
un tiempo para tan solo admirarte a ti, y
a la enorme joya que es tu cielo, se quedarían
totalmente impregnados por tu fresca,
sencilla e inusual belleza.
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Perfeccionando mis letras.
DiversosDonde voy dejando pedacitos de mi mente, buscando mejorar mi escritura.