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⎾¡𝗕𝗼𝗺𝗯𝗮 𝗔 𝗟𝗮 𝗩𝗶𝘀𝘁𝗮!⏌
—Bien, será mejor que volvamos. Seguramente mis amigas estén preocupadas por mi tardanza.— dijo de repente Yoko. Al ver que la chica de pelo corto no respondía por nerviosismo.
La fémina salió de la sangrienta habitación y se encaminó hacia la salida. Pero antes de que saliera, el rubio teñido le habló.
—Chishiya.— dijo en voz alta. Yoko se giró y lo miró fijamente.
—¿Qué?—
—Mi nombre es Chishiya, Shuntaro Chishiya.— le dijo su nombre completo. Aunque no sabía exactamente por qué. La fémina sonrió y asintió con la cabeza.
—Encantada de conocerte, Chishiya. En fin, ya nos veremos por ahí.— y con eso, salió definitivamente del edificio que hace un par de minutos iba a explotar.
Cuando salió, se encontró con sus dos amigas. Estaban sanas y salvas, Y claro está que estaban cubiertas de sangre ajena.
—¡Yoko! ¡Estás bien!— gritó con alegría la pelirroja. Estaba contenta de que su primera mejor amiga estuviera viva, quitando en cuenta de sus heridas de bala por supuesto.
—Por supuesto queridas, como he dicho anteriormente, hierba mala nunca muere.— dijo con aires de grandeza.
—Creíamos que te había pasado algo, has tardado en salir.— le dijo con preocupación Shizuku.
—Que va loca, soy inmortal.— se apartó el pelo de su cara con exageración.
—Será mejor irnos, tenemos que conseguir suministros y provisiones para ésta noche por lo menos.— intervino June.
— Junī tiene razón, no me quiero morir de hambre.— al decir eso las tres empezaron a caminar dirección a un centro comercial que estaba por ahí cerca. Sin que la castaña se percatara de la mirada del rubio plateado.
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—Sii, por fin ropa cómoda.— felicitó la pelirroja a la nada.
—No me quejo. Es bonito.— Yoko concordó con su amiga.
—Yo seguiré usando mi chaqueta de cuero, pega con todo.—
De repente, Abbey se quedó mirando hacía un punto fijo. Las otras dos fruncieron el ceño.
—¿Chicas? ¿Qué es... Eso?— con su dedo índice señaló al lugar donde miraba.
