Spark de Hielo y Roca -Transformers y Ocs-

XVIII

Debía ser una broma.

Saris estaba que reventaba de furia.

—Saris, esto no es necesario. Cálmate y continuemos con la misión.— ordenó Optimus.

—No necesito que sea necesario.— dijo.

—Es una orden.—

—¡No soy un perro para que me ordenes qué hacer con mi raza!— gritó.

Era como una bomba de tiempo.

Los demás seguían combatiendo a los decepticons. Necesitaban el energon.

—Pero soy tu líder, así que obedece.—

Caliza estaba bloqueada, no sabía qué hacer.

Drift estaba herido, un poco más y muere. Apenas se puede mover, pero sigue peleando, Miyoko está tratando de calmar a Saris mientras pelea a medias y Optimus también.

—¡Saris! ¡Ya basta!— grita Miyoko.

—¡Dije que te callaras!— le grita de vuelta y la mira furiosa.

Miyoko, por mirarla, se distrajo y el decepticon la derribó y la hirió aún más. La dejó tirada en el suelo.

—¡Miyoko!— Saris corre a ver cómo está.

—Estoy bien... tranquila... — dice incorporándose, pero tiene una cuchilla atravesando su torso.

—N-no te muevas... —

Caliza se queda estupefacta... sabe que es culpable de que Miyoko estuviera herida... si ella no hubiera aparecido, Saris no se hubiera enojado, y nada de eso hubiera pasado.

Se acerca con temor hacia sus hermanas... y cuando está a su lado, Saris voltea hacia ella.

—Saris... — dice cuidadosamente... sus emociones se bloquearon.

—¡Ah!— sus ópticos se vuelven dorados y se transforma en cyberwolf.  Se le va encima, mordiéndola en el cuello.

—¡Ah!—

—¡Saris, no! ¡¿Qué haces?!— grita Miyoko.

Corrió como pudo a detenerla. Caliza está completamente paralizada, y no sabe si es por instinto, si es porque no siente nada, o si es para no empeorar la situación.

—¡Saris, para, no estás en tu sano juicio!—

Entonces, el dolor fue inevitable. Caliza comenzó a tener muchos sentimientos encontrados y el dolor en su cuello sobrepasaba todo.

Drift estaba sosteniendo su abdomen, su espada aún estaba atravesada ahí.

Optimus mató a su contrincante y todos se quedaron quietos, hasta los decepticons.

Se escuchó el sonido de un cañón siendo activado, y todos activaron sus cañones.

—Saris... si aprietas un solo centímetro más, te mataré.— dijo Miyoko llorando.

Alguien apuntó a Miyoko.

—No lo harás... — dijo Arcee cuando vio que un vehicon le apuntó a Miyoko.

Alguien le apuntó a Arcee y Bumblebee estuvo preparado para dispararle.

Cada quién estaba listo para disparar a alguien más, hasta Caliza tenía su cañón puesto hacia quien dispararía a Optimus.

La vida de todos dependía de si Saris apretaba el agarre en el cuello de Caliza o no.

Todos estaban tensos, nadie podía moverse.