Los magos seguros

Capítulo 35 : Tranquilidad

Harry salió de la cabaña, con la niña en sus brazos, consciente de las miradas que Edward y Carlisle le estaban dando. Eran los únicos dos que habían escuchado las palabras del pelinegro y no estaban contentos con eso. Sin embargo, Carlisle no dijo nada, permaneciendo concentrado en el hombre herido que estaba tratando de salvar y Edward ya había dicho algo de lo que tenía en mente, sin éxito. Así que no trató de detenerlo y volvió con George.

Harry puso a Victoire en su auto y condujo cinco minutos hasta la casa de los Cullen. Estacionó frente a la casa, pero no salió del auto, ya que Kreacher acababa de aparecer en el capó. Sabiendo que estaba siendo espiado, le hizo una seña para que se uniera a él dentro del vehículo e invocó una burbuja de silencio a su alrededor antes de invitar al elfo a hablar.

"Las dos brujas están muertas, pero sus cuerpos están en el ministerio. El maestro Charlie también está allí, en una celda, por ahora demasiado débil para ser interrogado".

Harry agradeció a su elfo y le pidió que lo ayudara en la cabaña. Respiró hondo para ahuyentar el pánico y la tristeza que se habían apoderado de él cuando Kreacher confirmó sus dudas sobre Charlie. Solo cuando estuvo seguro de que tenía el control de sus emociones y podía ocultárselas a Jasper, salió de su auto. Tomó a Victoire en sus brazos y la llevó a la casa. Rosalie estaba sola en la sala de estar, con Teddy en sus brazos.

"¿Quién es?"

"Victoire, la hija de Bill..."

"¿El hermano de Charlie?"

"Sí, ¿puedes cuidarla también? Sus padres nos están ayudando con los heridos".

Dejó a Teddy en su parque y recogió a Victoire, abrazándola para observarla. Harry recogió a su hijo del corralito, abrazándolo cerca de su corazón.

"Tendrás que quedarte aquí por un tiempo sin mí, pero sé que la tía Rosalie, Jasper y todos los demás cuidarán de ti. Sé un buen chico mientras no esté, todo será mejor cuando regrese". ya verás. Te amo, amigo", concluyó antes de besar al pequeño en la frente y volver a colocarlo en su corralito.

Teddy lo miró un momento con sus ojos somnolientos antes de cambiar su cabello negro como el de Harry. El pelinegro le sonrió, alborotó su cabello antes de ponerse de pie y girarse hacia la puerta principal, pero la voz de Rosalie lo detuvo.

"Deberías pasar y ver a Jasper antes de irte".

"No le va a gustar lo que voy a decir".

"Es mejor que no decirle nada, ¿no crees?"

Harry asintió y subió las escaleras, con cuidado de no sentir nada. No quería tener esta conversación en este momento, las cosas no eran binarias o simples y todavía había una gran cantidad de incógnitas.

"Si no quieres hablar conmigo, puedes regresar", le dijo Jasper mientras entraba a la habitación.

El vampiro estaba apoyado contra la ventana con los brazos cruzados sobre el pecho, su dolor escrito en todo su rostro. Emmett, Alice y Esme estaban con él, sus rostros cerrados, pero neutrales. Harry resopló, por supuesto que lo habían escuchado.

"¿Podemos hablar a solas?" preguntó el mago a los otros vampiros mientras salían de la habitación a velocidad humana.

Harry lanzó un hechizo de silencio antes de continuar.

"No es eso", comenzó, no muy seguro de cómo abordar las cosas.

"Te estoy escuchando, porque eres la primera persona con la que me he encontrado que es capaz de evitar que sienta sus emociones, ya ni siquiera las siento en nuestro vínculo Harry..." La voz de Jasper estaba llena de emoción. "Vínculo que te niegas a completar, agrega a eso tus palabras a Teddy... las de Rosalie... suena como un rechazo".