¡! Esta historia no fue corregida, hay faltas ortográficas y de redacción.
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Soledad y El mar - Natalia Lafourcade.
•✧───────────•✦Lionel Scaloni se había retirado del fútbol hacía solo un par de años, tan pocos que se contaban con sus dedos. Ahora ayudaba a un técnico a dirigir una liga juvenil, aceptó el trabajo porque se sentía vacío.
Se sentía vacío antes de dejar su profesión, fue mucho antes, se comenzó a sentir vacío desde que nació.
Incompleto. Estaba incompleto.
Quizás fue ese sentimiento de soledad lo que hizo vestirse y entrar a un bar a la madrugada.
Su camisa roja carmesí era adorada por las luces tenues del lugar y aquel pantalón de vestir alargaba sus piernas bien trabajadas de tanto correr, pero la mirada de aquel hombre era fría.No había nada dentro, ni fuera. No era ni siquiera un cascarón vacío, solo un hombre buscando placeres sucios para sentir algo una vez más.
Levantó su mano mientras se sentaba en la barra, pidió un trago, miraba a su alrededor. Veía tanto a mujeres como hombres, pero ninguno de ellos le llamaba la atención.
Con los años su exigencia creció, al principio no le importaba con quién, cualquiera estaba bien.Porque lo importante no era el nombre de la persona que gemia debajo de él, lo importante era sentirse vivo.
Y muchas veces había necesitado sentirse vivo.Pasó una hora, exacta. Porque su control sobre el reloj no era sano, y el tiempo le obsesionaba. Siempre sabía que era hora, que día era.
Aunque se sintiera completamente perdido.Un hombre entró, un buen hombre entró. Juvenil, sus ojos juguetones, su mirada dulce, sus cabello rizado se movía cada vez que observaba distraídamente el lugar.
Quiero sujetar esos rulos. Pensó Lionel.
El joven se sentó en la barra, no muy lejos de su vista. Después de unos minutos Scaloni envío un trago para su presa, un detalle.
"Se lo envía aquel hombre, tiene suerte hoy Aimar."
"Nunca es suerte si se trata de un hombre."
Le respondió.Pablo se asomó, y lo vió. Más que suerte era un banquete, ese era el tipo de persona por la que le había pedido a la luna.
Un hombre destruido, necesitado. Y Pablo amaba ser necesitado. Aunque sea un instante.Sus ojos se encontraron, sabían lo que querían, no tenían miedo de expresarlo.
Aimar levantó el trago ofrecido y bebió, con una sonrisa espléndida.Scaloni quería que esa sonrisa fuera suya.
El cortejo no duro tanto, pero ninguno dudo en irse juntos de aquel bar en Valencia.
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VALENCIA | Scaloni & Aimar
Fanfiction[Lionel busca una noche de placer, pero a cambio obtiene la compañía de Pablo.]