Desnudos en Buenos Aires.

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¡! Esta historia no fue corregida, hay faltas ortográficas y de redacción.

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¿

Que se siente que
me gustes tanto?

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La luz del amanecer golpeaba contra las cortinas azuladas, el departamento tenía un deje silencioso de la anhelada paz que parecía nunca llegar. Pablo no supo bien cuando despertar se volvió una tarea más que un disfrute, cuando el paso de los minutos era aterrador y aquel calor que hacía de su pecho un lugar prohibido de oxígeno comenzó a acompañarlo.

Se mintió así mismo diciendo que no era infeliz, que buscaba, simplemente, algo más. Buscaba vivir una emoción desbordante, una que lograse llenar su futuro y cubrir su pasado. Seguía disfrutando algunas cosas, seguía teniendo planes, metas y objetivos.
Pero todo era tan lejano a su presente que creía siempre estar persiguiendo algo, algo sin nombre ni apellido.

Algo que no era alguien, ni era una emoción, era, quizás, una respuesta al porque de su dolor a los preciados recuerdos que se colocaban en su techo cuando la noche llegaba y debía ir a dormir.

Pablo esperaba despertar un día y volver a emocionarse por vivir, pero eso aún no ocurría.
Por eso, reemplazo la felicidad por la lujuria, reemplazo la esperanza por hombres de distintas edades que recorrían con las yemas de sus dedos su cuerpo expuesto a la búsqueda de la ausencia.

Había encontrado un bar en Valencia que ofrecía aquello que requería, hombres solitarios. Hombres que no querían amarlo, simplemente desearlo. Y sentía que allí, en aquellas noches de placer; volvía a tener un porque, volvía a sentirse valioso, volvía a entender que todavía era algo que apreciar.

Llevó la taza a sus labios, ya estaba camino al nuevo trabajo que, sin esperarlo, llegó hasta sus manos. Y aceptó, porque dirigir la selección argentina era algo, sin duda, emocionante. El auto reproducía la radio, los noticieros hablaban del nuevo director técnico, el cuál no tuvo la oportunidad de conocer porque el susodicho se ausentó a la reunión el pasado fin de semana.

"Buenos días."
Ayala alzaba su mano hacia él, aquél simpático hombre le caía bien, era alguien que iba a su par.
Le correspondió el saludo, y caminaron juntos al interior del predio de la AFA.

Hacía mucho que había olvidado cuál era el propósito de su carrera, desde su retiro en River siempre un gusto amargo lo vigiló desde cerca. Recordándole que ya no era tan importante como cuando jugaba, que no iba a poder revivir la emoción de meter goles en un clásico contra Boca
y burlarse de Román durante meses para tan solo molestarlo un poco.

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⏰ Última actualización: Mar 25, 2023 ⏰

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